EL SESGO DEL PRESENTE

 

El SESGO DEL PRESENTE

Sesgo en el diccionario de la Real Academia se define como algo torcido: como torcimiento de una cosa hacia un lado, o en el corte, o en la situación, o en el movimiento. También como error sistemático en el que se puede incurrir cuando al hacer muestreos o ensayos se seleccionan o favorecen unas repuestas frente a otras.

En este caso vamos a hablar de sesgos cognitivos que podrían definirse como desviaciones o errores de cálculo que comete nuestro cerebro de manera inconsciente y que pasan de manera desapercibida por el consciente hasta que se hace un análisis y se detecta.

El sesgo del presente es una tendencia de nuestro cerebro a sobrevalorar el presente. El momento actual; el ahora y aquí. Como bien resume nuestro refrán: “Más vale pájaro en mano que ciento volando”. Lo cual puede ser aconsejable en algunos casos, pero en otros, la mayoría,  quizás sea mucho mejor, templar el deseo, potenciar la voluntad y demorar la gratificación.

Veamos con un sencillo ejemplo el sesgo del presente:


  AHORA





Pasado un día.



Imagine que alguien le ofrece ahora una pequeña caja de unos estupendos bombones, pero que si usted desea y espera un día en lugar de esa pequeña caja obtendrá una caja grande de esos mismos bombones. La mayoría de nosotros elegirá el aquí y el ahora. Seguir la pauta de nuestro refrán y coger la caja pequeña ahora. Es lo normal y lógico, hasta cierto punto. Recordemos que la mayor parte de la historia evolutiva de nuestro cerebro y del ser humano ha sido en  condiciones duras y muy precarias donde la supervivencia era la cuestión principal en donde el ahora importaba mucho más que el mañana. Ahora bien, imagine que este ofrecimiento de la caja de bombones pequeña es para justo dentro de un año y que la caja grande será si consigue esperar aun  año y un día. ¿Qué pasaría entonces? ¿Seguiría eligiendo la caja pequeña o esperaría ese día adicional para conseguir la caja grande?. La diferencia de tiempo a esperar entre la caja pequeña y grande es la misma (un día). Solo que ya no nos centramos en el momento presente. Hay que trasladarse al futuro.  En esta situación la mayoría de la gente preferiría esperar un día más y quedarse con la caja grande ¿Por qué? Porque después de tanto tiempo, un año, un día más no tiene importancia. Pero cuando la elección es  entre el ahora y mañana, el ahora cuenta mucho. En cambio, después de un año supone un futuro hipotético que tiene que imaginar nuestra mente. Entre este momento de ahora mismo  y esperar un día entero para nuestro cerebro no es una opción. Elige “el ahora”. Este sesgo del presente que tiene, sin duda, sus ventajas evolutivas (la supervivencia) al hacernos caer en la tentación del ahora puede hacernos desaprovechar otras opciones más ventajosas. Para poder vencer este sesgo del presente es necesario trabajar la fuerza de la voluntad que es una capacidad que se entrena y se desarrolla y no algo innato con lo que se nace y no es modificable. La voluntad se puede trabajar y desarrollar como un entrenamiento y está muy relacionado con la capacidad de retrasar la recompensa, inhibir el impulso del deseo, deliberar, decidir y mantenerlo en el tiempo.

Para másinformación sobre la voluntad


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