AFORISMOS CAPITALES: LA SOLEDAD

 

AFORISMOS CAPITALES: LA SOLEDAD

 

SENTENCIAS CORTAS CON PRETENSIÓN DE ALCANCES LARGOS.

 

La soledad  sentimiento terrible, amado,  odiado y deseado que siempre  acompaña, a todos alcanza y  nos persigue sin descanso como  sombra bajo el sol por mucho que intentemos  zafarnos de ella en la ilusión  del refugio de unas palabras amigas y  otras miradas ajenas a la nuestra  que  no hacen más  devolvernos  en el reflejo de  sus pupilas ese brillo oscuro de una soledad compartida y que cala hasta los huesos porque,  en el fondo,  la soledad  es la única y callada verdad.

 

<<Y algunas veces suelo recostar

mi cabeza en el hombro de la luna

y le hablo de esa amante inoportuna

Que se llama soledad>>

Parte  de la letra de la canción  “Que se llama soledad” de Joaquín Sabina

“El hombre solitario es  una bestia o un Dios” Aristóteles.

 

AFORISMOS CAPITALES:


Los hay tan solitarios  que  ni  delante de un espejo consiguen ver  a nadie.

Estar  solo es una gloria;  sentirse solo un infierno.

Muchos de los que  se lamentan por estar solos ni   ellos mismos se soportan.

Solo cuando aprendas a vivir solo estarás preparado para hacerlo  en compañía, antes no.

La compañía es  soledad disfrazada.

Se rehúye   a la  soledad porque  ésta  insiste en escupirnos  nuestras miserias más íntimas.

La soledad es  una gran maestra. Te lo enseña todo acerca de ti y de los demás.

Un método muy eficaz  para perderle el miedo a  la soledad es rodearse de gente. A veces no sabes qué es peor.

La soledad  aburre y  la gente  aún más.

Algunas personas  tienen la extraña facultad de hacerte sentir solo cuando están contigo.

 La  soledad más terrible no es  la de  quien está solo, si no la de quien no  sabe estar con gente.

La vida en pareja suele estar   inflada  de expectativas así   como  la soledad de prejuicios.

Las  redes sociales son  soledad mas wifi.

La gente busca   compañía para esconderse de uno mismo.

Para  unos la soledad es  un oasis en mitad del desierto para otros el  pozo en el que se ahogan.

Las ciudades no son  más que multitudes de gente,  pero cada uno por su lado.

La soledad te permite encontrar a tu mejor amigo.

El miedo a la soledad no es más que  el miedo al vacío. 

Si eres listo aprovecharás la soledad, si eres torpe la soledad hará que te desaproveches tú.

Más que  preocuparte por estar solo, preocúpate si nadie quiere estar contigo.

La soledad puede ser pobreza o riqueza de espíritu. Depende de uno.

La soledad  es como  la ley de la gravedad siempre  acaba imponiéndose.

Quién te quite la soledad te ha dado todo.

El eco de la soledad es tu voz interior.

La soledad, bien entendida, siempre te acompañará.

Muchos creen que la soledad es un mal terrible, pero  hay otros tres jinetes del apocalipsis que le siguen: el silencio, el dolor y la nocturnidad.

Si  intentas matar la soledad ten mucho cuidado de no acabar siendo tú su cadáver.

Los hay tan desgraciados  que ni  en compañía pueden compartir su soledad.

La mejor compañía que existe  es la de un yo bien entendido, bien aceptado y bien asumido.

 La soledad puede llegar a ser muy perversa es un sentimiento que te obliga a buscar la compañía aún detestando a la gente.

Soledad inducida: cuando comprendes que adoras a la humanidad y ves que  el problema es que no soportas a la gente.

Solo los valientes y los locos eligirían a la soledad como compañía, por mucho que ésta nunca te defraude.

Algunas personas hacen sentirte pleno de  soledad con su presencia.



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