LA AMISTAD SEGÚN SÓCRATES
LA AMISTAD SEGÚN SÓCRATES
En una entrada anterior comentamos el agudo concepto de amistad de Aristóteles y hoy toca comentar el de Sócrates según testimonio recogido por su discípulo
Platón —maestro a su vez de Aristóteles—. Sócrates, decíamos, intenta
desmadejar el liado concepto de la amistad —mezclado con el del amor, filias y deseo— por medio de un diálogo mantenido con Lisis y
un amigo de éste, Menéxeno.
Para empezar, diremos que
Lisis era un bello joven de la aristocracia Ateniense del que anda perdidamente
enamorado un varón ya crecido de nombre Hipotales. Choca la abierta naturalidad con la que se trata el
tema del enamoramiento de un hombre por otro. Hoy, casi 2500 años después, el
amor entre dos personas del mismo sexo
levanta suspicacias y enciende los ánimos. El diálogo es un hermoso ejercicio de
literatura, intentando llegar a la verdad de los conceptos mediante preguntas y
respuestas. Estilo llamado mayéutica,
que significa matrona en griego, porque Sócrates decía que el conocimiento y la
verdad se encuentran dentro de cada uno y sólo hay que ayudar a sacarlo de
dentro mediante preguntas justo igual que la matrona asiste en el parto
a la madre en el alumbramiento de su
bebé. En otra entrada hablaremos del método socrático como test que
valida si nuestras ideas y opiniones son buenas o no. Esta noción socrática supone que la educación consiste en sacar de dentro de cada uno la potencialidad
que todos llevamos no llenarlas (como si
fuésemos recipientes) de conocimientos. Concepción
que hoy día vuelve a estar en alza. Otro aspecto en el que Sócrates incidía y que hoy día es
más necesario que nunca es la posibilidad y el deber de cada uno para reflexionar —hasta cuándo vamos a la compra—
para llegar a conclusiones verdaderas independientemente de lo que diga o haga
la mayoría. Pero esto sería alejarnos de lo que vamos a tratar hoy: la amistad según Sócrates.
Sócrates. No dejo nigún pensamiento por escrito. Lo que sabemos de él fue gracias a su discípulo Platón. |
Sócrates enmarca la búsqueda del concepto de
la amistad partiendo de una pregunta clave: "¿Quién es el amigo el que ama o el que es amado?" Los jóvenes
ante la pregunta formulada responden que los dos tanto amante como amado, que no hay
diferencias. Ante lo cual, Sócrates les plantea otra pregunta para hacerles
caer en la cuenta de que sí que hay diferencias: "¿No ocurre, a veces que el amante no es correspondido por aquel a quien
ama? y ¿no pasa también, a veces, que el amante es odiado?" Ante estas situaciones los dos muchachos recapacitan y se ven
obligados a reconsiderar que ahora ninguno es amigo del otro, ni el amante del
amado ni el amado del amante. Consiguiendo Sócrates la contradicción —esencia
del método socrático— puesto que si al principio parecía que los dos —amante y
amado— eran amigos con tal de que sólo
uno amara ahora —tras la segunda
cuestión— si uno no ama, no son amigos los dos y tienen que amar los dos para
ser amigos o entonces no lo es ninguno.
Estableciéndose ahora que no hay amigo para el amante, si éste no es
correspondido —puede parecer un galimatías pero no lo es—. La cuestión que queda en el aire se podría
formular así: ¿basta con que ame uno para
los dos ser amigos o tienen que hacerlo los dos?.
A continuación Sócrates
vuelve a dar una vuelta de tuerca estableciendo que el que ama es amigo del
amado aunque éste no le corresponda o incluso le odie:
"No hay, pues, amigo de los caballos, si los caballos no le aman, ni
amigos de las codornices, ni amigos de los perros, ni del vino, ni de la
gimnasia, ni del conocimiento, si el conocimiento, a su vez no le corresponde"
"Es lo mismo que pasa "..." con aquellos que odian si son
reprendidos por su madre o por su padre, y que, incluso en el mismo momento en
que odian, son extraordinariamente queridos por sus progenitores". "Según
estos ejemplos—concluye Sócrates con la aquiescencia de los jóvenes— no es el amado el que es amigo, sino el
amante" para ahora buscar la contradicción de esta afirmación al
extrapolarlo al odio: si el que ama es
el amigo el que odia es el enemigo, no
el odiado. Con lo que "Muchos,
pues aman a los que le son enemigos y odian, por el contrario a los que le son
amigos, y son así, amigos de sus enemigos y enemigos de sus amigos. Lo cual
supone un absurdo: "Es totalmente imposible ser amigo del
enemigo, y enemigo del amigo". Pero añade: "hay que conceder
que muchas
veces se es amigo de quien no lo es, y en otras muchas veces hasta del enemigo,
cuando alguien ama al que no le ama, o incluso al que le odia".
Al llegar a este callejón sin salida, Sócrates
aborda la cuestión de la amistad partiendo de otra premisa diferente,
recurriendo a lo que dice el poeta en la Odisea: "Siempre hay un dios que lleva al semejante junto al
semejante". Es decir que lo semejante siempre tiene que ser amigo de
lo semejante. Ahora a Sócrates le asalta una duda ¿Por qué motivo los semejantes pueden ser
amigos? ya que para Sócrates ¿qué provecho puede obtener un semejante de otro o
que perjuicio que no se haga ya él mismo. En palabras de Sócrates: "¿Qué
beneficio o qué daño puede reportarle o causarle a los semejantes la amistad
que no se lo haga también a si mismo? ¿Cómo pueden tales cosas vincularse entre
sí no prestándose mutuamente servicio alguno?" Ante estas cuestiones
los jóvenes responden que eso no es posible.
Aunque Sócrates dice que si
el semejante no es amigo del semejante puesto que se basta por sí mismo
entonces el bueno en cuanto que bueno al bastarse a sí mismo tampoco
necesitaría a nadie ni tampoco al bueno y al no necesitarlo no se vincularía a
nadie y por tanto tampoco amaría. Y el que no ama no es amigo. Lo cual
contradice lo afirmado antes de que los buenos aman a los buenos. Con lo cual
han vuelto a llegar a otro punto muerto. Con la atracción entre semejantes dice
"...los que más se asemejan entre sí
están llenos de envidia, de rivalidad, de odio, pero los que menos se parecen,
de amistad".
Ahora Sócrates aborda la cuestión desde otro
enfoque: la atracción de los opuestos. Ya que lo que menos se parecen, son, pues los
que más se necesitan y más se atraen. "Porque
el pobre está obligado a ser amigo del rico y el débil del fuerte, por la ayuda
que ello pueda prestarles, y el enfermo del médico, y todo el que no sabe tiene
que vincularse al que sabe y amarle"
Ante este nuevo
planteamiento los dos jóvenes, Menéxeno y Lisis, están de acuerdo y otra vez
Sócrates provoca la contradicción al decir que si esto es así entonces lo más
opuesto a la amistad es la enemistad con lo que el que más quiere el amigo es
al enemigo y al revés. Este absurdo lo niegan los jóvenes, como el que lo justo
quiere a lo injusto o lo bueno a lo malo
o lo intemperante a lo moderado. Coincidiendo que ni lo semejante es amigo de
lo semejante ni lo opuesto de lo opuesto.
Alcanzado este extremo,
Sócrates busca una nueva vía para aproximarse al concepto de amistad y para
ello propone que un tercer estado o
género intermedio entre lo bueno y lo malo. Aquello que no es ni bueno ni
malo y que tiende a ser amigo —si es que algo es amigo de algo—de lo bueno. Ya
que nada puede ser amigo de lo malo. Y puesto que nada puede ser amigo de lo
semejante entonces lo que no es ni bueno ni malo tiene que ser amigo
obligatoriamente de lo bueno puesto que no puede ser amigo de otra cosa que no
sea ni mala ni buena —porque son semejantes—ni de lo malo. Los jóvenes vuelven
a estar de acuerdo y otra vez más Sócrates dinamita por errónea esta conclusión
planteando que las cosas que no son ni buenas ni malas serán amigas de lo bueno
por la presencia de lo malo que las empuja a querer el bien.
"Si, quisiéramos fijarnos en el cuerpo
sano veríamos que no necesita medicina porque se basta a sí mismo, de forma que
ningún sano será amigo del médico por causa de la salud, pero el enfermo será
amigo del médico por la enfermedad. Luego por tanto la enfermedad es un mal, la
medicina algo útil y bueno y el cuerpo algo ni bueno ni malo, por lo que el
cuerpo a causa de la enfermedad dependerá de la medicina y la amará. Por lo
tanto, lo que no es bueno ni malo será amigo de lo bueno por presencia de lo
malo.
Pero como ya podrán imaginar,
Sócrates no queda satisfecho con esto y vuelve a reflexionar preguntándose cuál
es la causa última de la amistad, puesto que el que es amigo de algo lo es por una
causa y detrás de esta hay otra, por lo que conviene llegar hasta el principio
(lo primero amado).
"...la
medicina, dijimos, es algo que se quiere por causa de la salud. Por tanto la
salud es algo querido y si es querida lo será por algo por lo que aquello que
es querido, lo es, a su vez, por algo que ya se quiere" ..."será
necesario renunciar a seguir así y habrá que alcanzar un principio que no
tendrá que remontarse a otra amistad, sino que vendrá a ser aquello que es lo
primero amado y, por causa de lo cual, decimos que todas las otras cosas son
amadas" y a continuación expone otro ejemplo para ilustrar
esto: el amor de un padre por su hijo que valora muchísimo a cualquier cosa que
pudiera salvar la vida a su hijo. Una mirada rápida podría hacernos pensar que
el padre quiere mucho a cualquier cosa pero en realidad las quiere tanto en
cuanto se proyectan sobre lo que más ama. O igual que si decimos que queremos
el oro. No por él mismo sino por lo que se nos presenta todo lo que el oro nos
puede procurar.
Ya por último vuelve a
introducir un nuevo elemento para abordar la cuestión: el deseo. Sócrates recuerda
que si se había quedado en que el mal es la causa de que se busque y ame el
bien, si desapareciera el mal seguirían existiendo aquellas cosas que no eran
malas y entre estas cosas estarán los deseos. Que se presentan ahora como otra
causa del querer y del ser querido. El deseo como causa de la amistad. El que
desea está privado de algo y es, por tanto amigo de lo que está privado. Por
tanto la amistad y el deseo están muy ligados y próximos. Dos amigos se quieren
entonces porque se pertenecen por naturaleza.
Uno amigo quiere a otro, lo desea, lo ama por una cierta connaturalidad
a su ser, a sus sentimientos, a algún aspecto de él. Y por tanto aquellos que
se son connaturales o que se pertenecen tienen que amarse y por tanto el amante
será querido por el amado. Pero llegados a este punto Sócrates dice que si el
bien es connatural a todo y lo malo extraño y por tanto el mal connatural a lo
malo y lo que no es ni bueno ni malo connatural a lo que no es ni bueno ni
malo, entonces si esto fuera así habría
que concluir que el injusto y el malo son también amigos del injusto y el malo
igual que el bueno lo es del bueno.
Contradiciendo lo que habían afirmado antes. Por lo que cansados y
mareados de tanto discurrir Sócrates da por zanjada la reflexión sobre la
amistad. Después de tantas vuelta a la
cuestión finaliza Sócrates diciendo que
si ni los queridos ni los que quieren, ni los semejantes ni los opuestos, ni
los buenos, ni los malos, ni los que son ni malos ni bueno, si nada de esto es
objeto de amistad, no sabe más que añadir sobre la amistad.
Después de todo esto me he
hecho un lío con la amistad y tendré que acudir al diccionario de la RAE para no perderme del todo.
Para saber más sobre
Sócrates:
Espero que sigamos siendo
amigos y que les haya resultado interesante esto.
Mucho lían los filósofos el sentimiento de la amistad. Para mí es algo más sencillo y natural,espontáneo y muy bonito.
ResponderEliminar¿Qué es la amistad para ti?
EliminarLa amistad para mí es un sentimiento que nos ayuda a ser felices, pero para evitar desengaños o malentendidos es bueno saber distinguir los tipos de amistad (puras, por interés o necesidad y por placer) y porqué se establecen cada una de ellas. Sabiendo esto, nuestras amistades serán incuso mejores porque sabremos el recorrido y alcance que pueden tener.
EliminarUn cordial saludo.. de mi punto de vista. la amista la descubrimos a los 70 o, un día antes de morir.
ResponderEliminar👑C.K👑
Ya sabemos que al maestro Sócrates le gustaba darle vueltas y más vueltas a las cosas. Gastaba una lengua prodigiosa y con su retórica y mayéutica hacerle ver a sus discípulos muchos aspectos de las cuestiones que pasaban desapercibidos lo que a su vez hacía caer en la cuenta de más cosas. En mi opinión me quedo con el concepto de amistad de Aristóteles y sus tres tipos o causas: Puras, por interés, o por placer. Lo importante es que sepamos que tipo de amistad es la que mantenemos con cada uno y las que nos gustaría. Eso, ayuda mucho para evitar desengaños y equívocos...
EliminarSiempre muy interesante el abordaje socrático hasta de las conceptos y cosas mas sencillas. gracias por este artículo
ResponderEliminarGracias a ti por su lectura y comentario.
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