De Puidemones y egos inflamados.

 

Una estrategia evolutiva adoptada por muchas especies de seres vivos es la del mimetismo. Normalmente se mimetizan para camuflarse con el entorno  o simulan  ser otras especies muy peligrosas o venenosas  en lugar de parecer lo que realmente son, criaturas    absolutamente inofensivas.  Un caso muy singular es el de una especie de araña (del género Myrmarachne) que ha adoptado la morfología perfecta de una hormiga.  Ha logrado mediante selección natural un aspecto tan idéntico al de las hormigas que estas no la distinguen como un  extraña. La consideran como una más. La araña aprovecha por tanto para colarse por las galerías del hormiguero y alimentarse de sus reservas sin ningún miramiento, comportándose de una manera egoísta como no lo harían las propias hormigas saqueando sus reservas.   Viendo a estos puigdemones  y  valedores  en Moncloa y  paraísos catalanes  creo que este fenómeno de mimetismo lo  estamos sufriendo los seres humanos.  Hay otra especie (quizás incluso sean alienígenas  de sangre verde y ego inflamado)  que diciéndose políticos se hacen pasar por humanos, parasitando  a sus anchas nuestro cerebro.  Lo terrible del caso es que incluso muchos de los humanos los amparan y  defienden, al grito de que los otros son peores. Como si las hormigas jalearan a las arañas  intrusas diciéndoles  a sus compañeras os jodéis (es un decir). Esto, lógicamente no lo hacen las hormigas pero muchos  humanos  quizás atontados por el calor sí.