El mundo

 

Les  hablo, o  escribo, hoy de un libro que lleva por título “El mundo” de  Juan José Millás.  Novela que se alzó con el premio planeta en 2007 y un año más tarde con el premio nacional de narrativa. Galardones que aseguran  la calidad de la obra. La compré en 2010. Un libro de tapa blanda y edición de bolsillo que no recuerdo bien lo que me costó por entonces, tres o seis euros. Empecé a leerla y me cautivó. Especialmente el ambiente de su infancia en el que se desarrolla buena parte de la historia (una historia autobiográfica), y de esa primera parte quedó grabada en mi memoria y registro lector: el frío. Un frío persistente que helaba los cuerpos (y también, me atrevería a decir, las almas). Cuando llevaba 80 páginas interrumpí la lectura. El trabajo me exigía mucho tiempo y cometí el error de suspender la lectura (ahora, doce años más tarde, tengo claro que no debería suspender ninguna lectura, como mucho aminorarla, porque leer es vivir y sin lectura nos morimos como se secan las plantas sin agua). El caso es que ahora, doce años y unos meses después retomé el libro y, por supuesto, he concluido su lectura. Perdonen la digresión; sé que no son interesantes  los avatares personales de un lector y sus lecturas, pero no podía evitar escribirlos, como el autor del libro, Juan José Milás no pudo evitar escribir su vida en forma de novela cuando le propusieron hacer un pequeño reportaje. La novela refleja a la perfección el mundo particular y onírico de la escritura de Millás. De hechos muy cotidianos el autor aplica su lupa y los reelabora y presenta de una manera original y cautivadora. Al narrar su infancia en un barrio pobre, en una casa pobre, con muchos hermanos con falta no solo de recursos económicos si no también de afectos se combinan a la perfección: nostalgia, sordidez y ternura. En la infancia el autor establece lazos de amistad con el vitaminas, un chico enfermizo condenado a morir prematuramente y esta relación con el vitaminas es la que marcará toda su vida. Cuando fantaseaban (o se creían a pies juntillas) que el padre del vitaminas trabajaba para la interpol y cuando desde el sótano de la tienda de ultramarinos del padre del vitaminas, a través de un ventanuco, veían la realidad de una manera mucho más aumentada. A la muerte del vitaminas el protagonista siguió pasando informes al padre del vitaminas, como la hacia su hijo y él le siguió el juego. Con el vitaminas paseaban por un barrio alejado del suyo que creían que era un barrio habitado por los muertos pero que simulaban ser vivos. Igual sucede con esta novela, que describe un mundo que los lectores  creen que  no es más que ficción o tal vez será pura ficción para unos lectores que se empeñan en creer que esa y no otra es la realidad.




El protagonista, en una de las páginas, dice que si no se murió fue por no molestar.

En definitiva, una novela intimista, de una escritura muy original, sin pretensiones pero que atrapa al lector desde la primera página.

Más información del libro:

https://youtu.be/ig_lKg6Fv6Q

https://www.ellibrodurmiente.org/el-mundo-juan-jose-millas/

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