LIDERAR GRUPOS DE TRABAJO
Este libro de Enric Lladó que le comento aquí es muy interesante. El autor, un experimentado "coach" que trabaja para muchas empresas con la idea de dinamizar y optimizar su trabajo propone tras su experiencia una serie de aspectos y consejos para que cualquiera de nosotros que tenga que trabajar en (y con) un grupo de personas pueda optimizar todo el potencial de ese equipo.
EL EQUIPO HABLA
Este es un libro de lectura ágil y amena. Con ejemplos muy
claros y muy potentes para las ideas que se exponen. La idea principal del
libro es que en los equipos de trabajo para que funcionen bien o muy bien es
necesario hablar y, sobre todo, hablar bien. Y precisamente este saber hablar
bien es algo escaso. En este proceso es precisamente el líder o jefe de los
equipos quien tiene que favorecer y, sobre todo, mantener esta comunicación
teniendo muy claro qué peligros debe evitar y qué debe favorecer y cómo.
Grandes empresas como Google y Amazon ya han estudiado cómo y
de qué manera trabajan sus equipos para averiguar qué factores propician un
mayor rendimiento y las conclusiones son claras. Las características de las
personas que componen los equipos no es lo determinante, lo verdaderamente importante
que correlaciona con el éxito del equipo es el cómo. Es decir, la manera en la
que estas personas hablaban entre ellas. Y en este hablar es muy importante que
todos los miembros hablen y la misma cantidad de tiempo. Hay que evitar los
protagonismos porque entonces el rendimiento de los equipos decae. También otro
factor muy importante es que la gente se prepare adecuadamente las reuniones.
Según el autor hay una ley universal, como la ley de la gravedad que dice: Todo
aquello que se comunica tiende a unirse y, de la misma manera, todo aquello que
deja de comunicarse tiende a separarse.
Otra cosa muy común cuando se pregunta en las empresas es que
hay “reunionitis”. Se dice que el problema es que hay demasiada reunión. En
realidad, el problema no es tener
demasiadas reuniones, el problema es que las reuniones son ineficaces, de tal
modo que los equipos “pobres” suelen
tener más problemas que reuniones
mientras que los equipos “potentes” tienen más reuniones que problemas.
Estos equipos de alto rendimiento se anticipan a los problemas. El equipo
lidera su entorno mientras que en los equipos de bajo desempeño es el entorno
quien lidera al equipo donde las reuniones tienen mucha presión porque están
tratando de apagar muchos fuegos. Cuanto más discuten, menos colaboran, peor
resultado y más problemas. Esto resalta
la principal función del líder del equipo: que el equipo hable y que hable con
un diálogo de calidad.
El líder tiene como función, como su hacer el que los demás
hagan. Hacer hacer. Eso es como el director de una orquesta. Es el único
miembro que no toca ningún instrumento pero resulta esencial para que todos los
demás puedan tocar el suyo. Si el director se dedicara a tocar el piano, o el
violín o cualquier otro instrumento la orquesta se iría al traste, por tanto
esta es una misión fundamental del líder.
Quien lidera un grupo
no debe interferir en el proceso tan solo debe regularlo. Es él quien
deber lanzar el reto, el asunto a tratar, el qué y ver cómo resuelven el asunto
su equipo. Si en lugar de esto, el líder da su punto de vista se está
enfrascando en el qué en lugar de en el cómo. Debe intervenir pero sin interferir
porque una vez que el líder da su punto de vista los miembros del equipo suelen
asentir por no llevarle la contraria y se pierden posibilidades.
Dominar el terreno
Los equipos mediocres actúan impulsados por los problemas,
y por eso sus conversaciones están
enfocadas a resolver los incendios del momento actual o futuro inmediato. Por
el contrario, los equipos eficaces hablan también del pasado porque del pasado
también obtienen aprendizajes que permiten el impedir que los problemas vuelvan
a repetirse. Los equipos flojos consideran que
es una pérdida de tiempo hablar de los tiempos pasados porque “el
pasado, pasado está” y ya bastante tienen “con la que se les viene encima”.
En cualquier organización hay cuatro espacios definidos por
dos ejes: eje tiempo (Pasado-futuro) eje Negocio (objeto de la empresa) y
Equipo (personas de la empresa). Los equipos flojos están en el cuadro de tiempo
presente futuro inmediato pensando en el negocio mientras que los equipos
potentes se desplazan por todos los cuadrantes.
Negocio
Pasado ---------------------- Futuro
Equipo
La idea es
ir mejorando continuamente.
Muy
importante puesto que el diálogo es crucial en los equipos el Interrumpir las
interrupciones. El líder debe interrumpir amablemente las interrupciones en
cuanto aparezcan. Como dice el refrán: “No es pecado robar al ladrón ni darle
buena lección”:
El líder
debe eliminar las interrupciones en el mismo momento en el que aparezcan como
si se tratara de evitar una plaga.
Curiosamente
cuanto más atropellados hablamos más nos interrumpen y esto es así por que la
otra persona se siente invadida y contraataca estableciéndose un círculo
vicioso, porque por miedo a que nos corten tendemos a hablar más deprisa. Es
mejor hablar calmado. La lentitud da precisión y la precisión velocidad. Aquí
el líder siempre debe dar ejemplo. Para promover un diálogo de calidad se debe
utilizar técnicas como el reformular (para que quede claro lo que se ha dicho.
El validar para que la gente se considere integrada y eliminar “el pero”
(sustituyéndolo por un “y además”
Interrumpir
las interrupciones, gestionar la velocidad, reformular, validar las aportaciones
de los miembros son todas ellas intervenciones que permiten generar lo que
técnicamente se llama “seguridad psicológica”
El líder
jamás debe dejarse arrastrar por una discusión, porque cuando discutimos nos
estamos poniendo jerárquicos o estamos
respondiendo desde el miedo.
Cuando hay
miedo, en las charlas de los equipos si se habla en el tiempo pasado se habla
de quién tiene la culpa y si se habla del tiempo futuro en quién tiene razón.
Aquí el líder debe intervenir para hablar de planes y perspectivas. Reemplazar
las quejas por las propuestas y cambiar la cultura del pedir por la del dar, o
al menos intercalar. En este sentido muy importante inactivar “al gorrón”o geta
que tiende a beneficiarse del esfuerzo y responsabilidad del colectivo. No se
debe permitir esto, es la manzana podrida que hará a perder al resto. Para ello
se reunirá en privado haciéndole ver que espera de él.
De lo
auditivo a lo visual. De lo abstracto a lo concreto. De las palabra a la
imagen.
Las palabras
son líquidas como el agua y se escapan entre las manos. Sin embargo cuando
ponemos el agua en un vaso podemos aprovechar hasta la última gota. Lo mismo
ocurre cuando ponemos las palabras en una pizarra. Esto ayuda a enfocar las
reuniones y centrarlas evitando la divagación excesiva. De la misma manera hay
que pasar de lo inespecífico a lo concreto. Cuando se hable de problemas o
situaciones genéricas hay que precisar con qué, quién, dónde, cuánto, cómo.
Antes hemos
dicho que todos los miembros deben hablar y aportar pero tan perjudicial es el
no tener en cuenta todas las aportaciones como el tenerlas todas por igual.
De hacer a
dejar de hacer
Un pescador
experimentado decía a una fragata que competía “como no achiquéis agua os vais
a pique” y efectivamente así fue. Muchas veces más que hacer más cosas se trata
de seleccionar y hacer unas cosas y no
hacer otras, para evitar que la embarcación se vaya a pique.
Fundamental
en los equipos el respeto y el respeto es disciplina. Puntualidad en las
reuniones al comenzar y al finalizar. Respetar la agenda de la reunión y el
turno de palabra.
Suele ser mejor una decisión floja,
pero bien ejecutada que una decisión brillante pero mal ejecutada.
El líder
debe mantener reuniones individuales con su equipo. Estas son más importantes
que las grupales.
Cuando el líder entra en discusión
pierde su posición.
Lo más probable es que haya olvidado “el cómo” y se haya enfrascado en “el qué”. Si se pone jerárquico actúa desde
el miedo y eso se nota, se desautoriza así. El líder no discute jamás. El líder escucha en
silencio todas las intervenciones, por muy desafortunadas que sean. Después de escuchar todas por malas que sean
puede decir: “no me habéis convencido”. Es
el equipo quién debe convencer al líder no al revés.
TÍTULO: EL EQUIPO HABLA
AUTOR: ENRIC LLADÓ MICHELI
EDITORIAL KOLIMA BOOKS.
Comentarios
Publicar un comentario
Tu comentario es muy útil porque tus reflexiones enriquecerán las mías y eso constituye la esencia de este blog y la de la comunicación en general. Muchas gracias.