EL EFECTO GOOGLE
EL
EFECTO GOOGLE
Este
fenómeno fue propuesto en 2011 por Betsy Sparow y su formulación vendría a ser esta: el efecto Google
es la tendencia a no retener datos y memorizar cosas debido al uso de los motores de búsqueda de
internet de los que cuales nos valemos para obtener datos e información.
Este
fenómeno no es nuevo de ahora, aunque lógicamente es estos tiempos cuando
alcanza relevancia y digo que no es nuevo porque ya en el siglo IV a.C Sócrates fue un enemigo declarado del libro al que consideraba un
peligro porque podía debilitar nuestra memoria al utilizarse la escritura como
recurso para almacenar datos y así de esta manera creernos sabios cuando solo
lo seríamos en apariencia. De Sócrates
no se guardó nada por escrito y tuvo que ser su discípulo, Platón, en una
paradoja, el que llevara sus enseñanzas a la posteridad, precisamente, en contra
de la idea de Sócrates, a través de un libro, en sus Diálogos. Gracias a ese
libro la posteridad pudo conocer el pensamiento de Sócrates aunque para él, los
libros fueran solo un acopio inane de palabras muertas y atadas a las que no se les podía interrogar
porque siempre decían lo mismo. <<Las palabras escritas son signos
muertos y fantasmales, hijas ilegítimas del único discurso vivo: el oral>>,
decía el filósofo.
Hoy día,
en el mundo de la Educación este fenómeno Google afecta de lleno y hay que ser cauteloso. Hay que analizar
cuidadosamente las cosas y no ser un
entusiasta enfervorecido sin más, ni tampoco un apocalíptíco agorero. Todo tiene ventajas y desventajas y hay que ser lo suficientemente habilidoso para aprovechar las ventajas y desechar los inconvenientes. La tecnología
es una herramienta muy poderosa que bien usada puede ampliar la inteligencia. Una
inteligencia expandida, en palabras de José Antonio Marina, pero también todo
lo contrario y crear en la estupidez aumentada, como desgraciadamente podemos
comprobar con mucha frecuencia por las redes sociales y con el uso de los filtros
de búsqueda para obtener información parcial y sesgada.
En el
expermiento inicial de Betsy Sparrow se hicieron dos grupos de estudiantes. A
uno de ellos se les pidió que memorizaran una serie de datos a los cuales
podrían tener acceso después consultando el ordenador y al otro grupo se les dijo que
esos datos no podrían consultarnos después porque desaparecerían. El experimento
concluyó que los sujetos del segundo grupo memorizó mejor.
En
Educación se desliza con cierta facilidad la idea de “Para qué memorizar algo,
si ese algo está en internet”. Cuidado por que esto es muy peligroso. La
memoria, nuestra memoria, no es solo acumular datos. Si solo fuera eso, la batalla
con los ordenadores y la inteligencia artificial estaría perdida hace mucho
tiempo. La memoria, nuestra memoria neuronal permite almacenar datos e
información para poder analizarla después y aplicar del pensamiento crítico. Sin esta memoria neuronal no se puede analizar ni aplicar el pensamiento crítico. Es
decir, si algo no lo sabemos, si no
tenemos esos conceptos en nuestra memoria neuronal, aunque accedamos a esa información
no sabremos qué hacer y lo qué es peor no siquiera la buscaremos. Por tanto, no
vale con decir que está en internet.
Tenemos que entenderlo para poder buscarlo, porque de no saberlo ni siquiera lo
podremos buscar.
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