El Proceso de Franz Kafka
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
EL PROCESO
El Proceso es una novela inacabada de Fran Kafka. Una sátira irónica y profunda del sistema
judicial. Escrita en 1921 fue publicada
en 1925 tras la muerte del autor por su albacea Max Brod. El propio escritor
afirmó que dicha novela no debía tener fin.
La novela es una crítica feroz contra lo inextricable hasta el
absurdo de los procedimientos judiciales. Y hoy día cuando leemos en prensa o vemos los noticiarios algunas sentencias judiciales nos dicen que la novela lejos de ser fantástica es muy real. Demasiado.
Si hoy día Franz Kafka levantara la cabeza y viera como
funciona nuestro sistema judicial, aquí o fuera de aquí, pensaría, sin lugar a
dudas, que su visión esperpéntica de la justicia se quedó algo corta. Y no solo en la Justicia. Nuestro
actual estado de las Autonomías, por ejemplo, brinda constantes ejemplos de situaciones
kafkianas, en la Sanidad, sin ir más lejos, algunas veces cuando un ciudadano
de una comunidad autónoma sufre un percance en otra y necesita una ambulancia para retornar a su
residencia de origen, el servicio sanitario de la Comunidad donde se encuentra
hospitalizado sólo lo puede llevar hasta el punto donde sufrió el accidente y
la Comunidad donde reside el accidentado tampoco lo traslada por problemas de
burocracia. Hace poco leí que los señores y señoras Consejeros de agricultura de
todas las Comunidades Autónmas se reunieron para ponerse de acuerdo en los
requisitos que exigían para el transporte de animales vivos. En unas Comunidades
pedían unos y en otras otros diferentes,
con el consiguiente caos para los transportistas (ignoramos si también para los
animales transportados). Como decíamos algo kafkiano. Es más, creo, sin
exagerar demasiado, que un porcino, por poner un caso, tiene unos derechos más
homogéneos con independencia de la Comunidad Autónoma en la que esté o por la
que transite que un pobre y sufrido españolito de a pie.
Portada del libro |
Esta novela puede
leerse como una metáfora de la presión que el sistema (ya sea judicial, social,
etc.) impone al hombre y que éste debe acatarlo y asumirlo porque si no lo hace
y se rebela el propio sistema lo triturará. En la novela hay varios pasajes que avalan
esta tesis. Por ejemplo, en el diálogo entre el protagonista Josehp K. y el
ujier del palacio de justicia, éste le reconoce que su mujer tiene como amantes
a un estudiante de abogacía de gran proyección y que incluso éste la comparte con el juez de
instrucción pero que no puede hacer nada porque son gente muy poderosa e
influyente y que de hacer algo se revolverán contra él. Reconoce que aunque los domingos son su día de
descanso le hacen encargos para alejarlo de su mujer y así ellos irse con ella. En otro pasaje, el
abogado de J. K le dice :" ...vivir
con cadenas es más seguro que vivir en libertad"
Me llama la atención el que en esta novela aparezcan varios
personajes femeninos y en algunas de ellas se haga mención expresa de defectos
físicos, como por ejemplo una niña con joroba, una enfermera con mano palmípeda
y una compañera de pensión del protagonista con cojera.
El ambiente opresivo de la novela queda patente en numerosos
pasajes intentado, con mucho acierto, trasladar al lector la presión que el
sistema judicial ejerce sobre los acusados.
El protagonista tiene que ser ayudado por funcionarios que trabajan en
dependencias judiciales por que el ambiente de allí está muy cargado y mientras
él se desploma ellos perfectamente acostumbrados lo ayudan a salir al exterior
y recuperarse al aire libre. Un
simbolismo que refleja el hecho de como el ser humano puede ser amoldado por el
sistema acomodándose en él o bien de no aceptarlo serle imposible siquiera
respirar. También es muy destacable que el protagonista no sepa de que se le
acusa y como poco a poco va creciendo el sentimiento de culpa en él hasta
llegar a asumir resignadamente su castigo.
El proceso llevado a la gran pantalla
Esta novela ha sido llevada al cine en 1962 por el director Orson Welles siendo interpretado el papel del protagonista por Anthony Perkins (el sicópata de Sicosis de A. Hitcock) y el papel del abogado, Sr. Hud, por el propio Orson Welles. También actúa Romy Schneider en el papel de la enfermera del abogado que tiene la costumbre de enamorarse de todos sus defendidos.
La película, rodada en blanco y negro, refleja muy bien el ambiente opresivo y claustrofóbico de la novela. La música (de Albinoni) ayuda mucho desde el primer momento. La película se ajusta muy bien a la novela con algunas pequeñas licencias. Sobre todo el final cuando la muerte del protagonista no es con un cuchillo ya que los dos hombres se niegan a asumir la ejecución pasándose el cuchillo el uno al otro varias veces sin querer hacerlo ninguno de los dos y en la película lo ejecutan mediante unos explosivos que arrojan a la cantera. Una alegoría del poder deshumanizador del sistema que finalmente lleva a la muerte y destrucción del que osa rebelarse pero de una manera eso sí impersonal. En la película la oficina de Joshep K en el banco no está separada del resto de las dependencias. Aparecen un montón de personas calladas concentradas en sus trabajo reforzando así la idea, en mi opinión, de como el sistema puede alienar a las personas y revolverse ferozmente contra quien se rebela.
En este enlace podéis ver la película
Esta novela vio la luz gracias a que su gran amigo y albacea Max Brod contravino el deseo expreso del autor de quemar todos sus escritos y que bajo ningún concepto vieran la luz sus escritos no publicados. Max Brod justificó su decisión de publicar sus novelas por el hecho de que en anteriores ocasiones la publicaciones de otras obras fue gracias a su empeño ya que el autor tampoco quería y que después de publicadas el propio escritor se alegraba y también por el hecho de que Max Brod cuando recibió el encargo de destruir su obra le dijo que él nunca podría hacer eso y que si le estaba hablando en serio debería buscarse a otra persona cosa que no hizo
Argumento
El protagonista de esta historia, Josehp K., (quizá la
abreviatura se refiera al propio apellido del autor) un joven empleado de Banca con gran futuro al que
de repente le comunican en su propia habitación que está detenido sin motivo aparente. Al principio cree que es una broma. El
inspector le aclara que no sabe por qué está detenido pero que su obligación es
comunicárselo y que deberá acudir al tribunal de justicia para comparecer y
declarar aunque mientras tanto podrá seguir acudiendo a su trabajo. Al domingo siguiente, Josehp K. es citado para un primer interrogatorio en
el tribunal, que se encuentra en un sórdido edificio de los suburbios . Él
proclama su inocencia e intenta defender a los desventurados acusados que, como
él, son víctimas de la corrupción y de la incompetencia de la Justicia.
Al domingo siguiente se dirige de nuevo, voluntariamente, al
tribunal, pero la sala está vacía. Se encuentra con la joven lavandera (la
esposa del ujier) que le introdujo allí por primera vez y que había perturbado
su interrogatorio al dejarse abrazar públicamente por un estudiante. Se le
declara, y éste acepta llevarla consigo, pero aparece el estudiante, le quita
la mujer y se la lleva a casa del juez de instrucción.
Una vez solo, el marido de la lavandera (el ujier) lleva a
Joseph K. a los desvanes de la casa, donde están los archivos del tribunal. En
los pasillos, donde el aire le resulta irrespirable, experimenta un gran
malestar y es conducido al exterior por dos funcionarios.
Más tarde K. recibe la visita de su tío, que advertido de la
existencia del proceso, insiste en llevar a su sobrino a consultar a un abogado
amigo suyo, el Dr. Huld. Ese abogado está enfermo y lo atiende una criada
joven, Leni, con la que inmediatamente entabla una relación amorosa, ya que
se enamora de todos aquellos acusados, a
los que encuentra muy bellos.
El abogado ha intentado iniciar a K. en la función de la
defensa ante el tribunal especial del que depende su asunto ya que es informado
de que no se trata de un tribunal ordinario, sino de uno desconocido
prácticamente por todos en su país.
Desalentado y agotado, K. se muestra cada vez menos
concentrado en su trabajo. Un cliente del Banco le aconseja ir a ver a un
pintor, Titorelli (quizás un guiño a Tintoretto), que es el encargado de hacer
los retratos para los jueces y cuyas relaciones con la justicia podrían serle
de utilidad a K.
Tintorelli informa a K. de cuáles son los posibles resultados
del proceso: la absolución real (de la que no se conocía ningún caso), la
absolución aparente y la prórroga ilimitada. Entonces, K. decide ocuparse
personalmente de su proceso y prescindir de su abogado. El servilismo de un acusado al que humilla el
abogado que le lleva la defensa en un proceso de más de cinco años, le repugna
y le impulsa a dejar a su abogado para no volver nunca más. Abandonado a sí mismo, K. descuida su trabajo en el
Banco y corre el peligro de perder el puesto de trabajo. Un día entra en la
catedral donde tiene una cita con un cliente y el capellán le dice que "la justica nada quiere de tí. Te toma
cuando viene y te deja cuando te marchas".
En la antevíspera de su trigésimo cumpleaños K. recibe la
visita de dos hombres muy obesos que lo llevan a una cantera desierta y allí
con un K. derrotado y abatido le clavan un puñal. K mientras muere exclama "Como un perro".
Ficha técnica
Título: El proceso
Autor: Franz Kafka
Género: Narrativa
Traducción: A. Laurent
Editorial Brontes S.L.
Colección Fontana Literatura
Universal.
ISBN: 978-84-15605-36-2
Precio: 3.4 € la edición de bolsillo. Encuadernado en rústica
11x18 cm
(En mi opinión sería aconsejable que la Editorial en
sucesivas ediciones revisara un poco más el texto porque aparecen demasiadas
erratas)
Si, lo que llamamos justicia, muy a menudo parece una cosa kafkiana. Pero yo culpo más a los políticos que hacen las leyes que a los abogados, jueces, fiscales...
ResponderEliminarOjalá la justicia se pudiera descaskafkafeinar un poco...
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