UNA MOCHILA EN SANTIAGO. UN RELATO PARA EL CONCURSO DE ZENDA.
−UNA MOCHILA EN SANTIAGO− No sé quién dijo eso de “Cambia de ánimo y no de lugar”, pero fuera quien fuera tenía mucha razón. Mi vida hacía ya un tiempo que la notaba vacía. Un vacío que ni los botellines de cerveza ni los chupitos de güisqui conseguían llenar de ninguna de las maneras. Para colmo de males me había dejado Angelita. Mi última novia que por ser de una naturaleza más sufrida que las anteriores pudo soportarme algo más de tiempo. Pero todo tiene un límite y el de Angelita llegó. “Borracho de mierda”, fueron sus últimas palabras o “Mierda de borracho” no recuerdo bien el orden exacto en que pronunció aquellas tres palabras mientras me señalaba la puerta en sentido metafórico y literal como salida de su casa y de su vida. No tuve que perder mucho tiempo en recoger mis pertenencias en parte, porque tenía pocas y en parte, porque Angelita, previsora y tan hacendosa como siempre, ya se había encarg...