LA HOLGAZANERÍA SOCIAL Y EL EFECTO POLIZÓN

 

LA HOLGAZANERÍA SOCIAL Y EL EFECTO RINGELMANN.




Uno podría pensar que si a un individuo que hace un esfuerzo para conseguir un determinado objetivo   se le suma otro con idéntica capacidad para esforzarse entonces el rendimiento será el doble. Que  si se añadiera al grupo un tercero obtendríamos el triple de rendimiento  y así sucesivamente. Eso sería lo lógico, pero la realidad dice que no. Es triste, pero el ser humano es así. 




Esto lo demostró en 1913 un agrónomo francés Ringelmann realizando lo que hoy día se considera  fue el primer experimento en psicología social y que dio lugar a lo que se conoce como efecto Ringelman que dice que el esfuerzo individual en un tarea disminuye a medida que el tamaño del grupo aumenta. Puso a tirar a un joven de una cuerda atada en horizontal  a un dinamómetro (para medir la fuerza que empleaba), luego a dos, a tres y así hasta ocho y comprobó que  la fuerza que empleaba cada individuo para tirar de la soga disminuía a medida que había más gente tirando.






A qué se debe esta disminución de la eficacia. Se han considerado dos variables:

1.    Disminución del rendimiento por descoordinación. En el caso del ejemplo de las cuerdas al haber varios miembros estos podrían chocar, interferir negativamente unos con otros.

2.    Pérdida de la motivación. Es decir, para qué voy a esforzarme al máximo si no se va a notar. Esto provoca un fenómeno en cascada porque se contagia al resto de miembros del grupo que también evitan esforzarse al máximo, para por ejemplo evitar hacer el tonto, o porque al ver diluida su responsabilidad en la tarea final en realidad se está incentivando no dar el máximo   (las empresas luchan mucho para reducir  este fenómeno de la perdida de motivación por motivos evidentes).






Esta pérdida de motivación es lo que se denomina holgazanería social o pereza social (digamos el escaquearse o escurrir el bulto aprovechando que no se va a notar porque hay más gente). En este contexto las oficinas son caldos de cultivo ideales para que prolifere este fenómeno de la pereza social.

Se han hecho numerosos experimentos que demuestran la pereza social. Se produce en muchos contextos y hay conclusiones muy interesantes. No siempre los grupos disminuyen el rendimiento. Cuando las tareas son interesantes y hay competitividad entre grupos, el rendimiento aumenta. También influye la cultura. La occidental es muy individualista y la oriental más colectiva y es  en esta donde el trabajo en grupo suele rendir más que el individual

Qué  se puede hacer para evitar la pereza social.

Hay varias medidas pero la más eficaz es que aunque se trabaje en grupo, cada individuo debe rendir cuentas individualizadas de sus tareas. Eso reduce la  holgazanería social.

Hay más variables claro está, como cohesionar el grupo, establecer metas claras y tareas concretas importantes repartiéndolas individualmente.

Este fenómeno de la holgazanería social se traslada también a la economía dando lugar al efecto polizón o fenómeno free ridder.

El efecto polizón hace referencia a la situación producida cuando  individuos (también colectivos)  no contribuyen a un bien común pero  se aprovechan igualmente  de él como aquellos que si contribuyen. Un ejemplo clásico e hipotético sería el no contribuir a la defensa de una nación no pagando para mantener un ejército. En caso de invasión los que no pagasen estarían protegidos igual que el resto. Para evitar esto los Estados obligan a pagar impuestos.  Imaginemos un ciudadano que no paga el impuesto de circulación, pero que posee vehículos transitando por las calles, se beneficia del uso de la red pública, pero no contribuye a su mantenimiento. En definitiva, llevado a la economía el efecto free ridder sería aquel que elude pagar impuestos, pero usa y se beneficia de los bienes y servicios públicos. (Lo que viene a ser también un gorrón). A diferencia de la holgazanería social en la que el individuo disminuye algo el rendimiento el polizón o gorrón no contribuye en nada.  

El efecto polizón se da mucho en economía. Por ejemplo, una tienda de productos de tecnología presta un servicio de asesoramiento, información técnica que le supone un gasto en personal especializado. Un cliente acude a esa tienda y se asesora bien, pero no compra. Lo hace en otra tienda una vez ya bien informado y compra allí el producto a un precio inferior porque esa otra tienda no invierte y se aprovecha de la otra.

También está el efecto contrario al polizón que sería en ingles el  Forced ridder   es decir, el ciudadano que tiene que pagar (obligado) impuestos por el Estado para contribuir a algo que no va a utilizar ni quiere.

Hace unas semanas en una reunión de trabajo por videoconferencia (claro está) con más de doscientas personas (quién lo iba a imaginar hace siete meses), uno de los asistentes escribió en la ventanita del chat: “Efecto polizón”. por el contexto podía intuir de qué se trataba, pero picó mi curiosidad y un pequeño resumen de lo que he aprendido por  mi cuenta es esto que les he contado. Siempre se aprende y en mi caso, muchas veces, cosas anecdóticas que surgen casi de casualidad  me gustan casi tanto o más que  las principales.

Para saber más:

Psicología social. Editorial médica Panamericana

5º Edición

Autores. Michael A. Hogg

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