UN RELATO CORTO QUE HA GUSTADO EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AYUNTAMIENTO DE LA GUARDIA
ADIÓS
PAPÁ
—¿Qué te decía, hijo?—preguntaban
siempre cuando me despertaba en mitad de la noche entre alaridos y sudor frío.
—Que necesita alguien con quién jugar —respondía ante el rostro enmudecido de mis padres—. Qué vendrá a por mí.
Aquellas pesadillas cesaron cuando
nació mi hijo, pero han regresado
para romper mis sueños justo hoy, cuando mi hijo cumple ocho años. La misma edad que yo tenía cuando salvé la vida.
Ahora esas pesadillas me amenazan algo distinto: Que vendrá a por él. Que así tendrá un compañero de su
edad con quien jugar. <<Ya no es
tiempo de venganza>>, me asegura.
Mi hermano gemelo,
con ocho años, murió en la mesa de operaciones en una
intervención de urgencia para donarme
uno de sus riñones.
A cambio de nada...
—De nada no —me
aclara su voz en sueños—. Llevo demasiado tiempo vagando entre sombras sólo.
Corro hacia el cuarto
de mi hijo y allí lo veo, encaramado a la ventana con una luna llena reluciente
detrás, los pies desnudos sobre el alféizar y los brazos en cruz.
— Tengo un amigo que se parece mucho a ti —
dice girándose hacia mí —. Dice que vayamos a
jugar. Adiós papá.
Sí es bonito. Solo una objeción. La convocatoria ,si era de microrrelatos, tendría que haber indicado menos de 200 palabras y no hablar de páginas.
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