NADIE NACE EN UN CUERPO EQUIVOVADO. ÉXITO Y MISERA DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO.
NADIE
NACE EN UN CUERPO EQUIVOCADO
El título del libro deja claro como la luz del día el tema del que va a versar y el punto de
vista y postura de sus autores al respecto.
Punto de vista fundamentando en el sentido común y la evidencia
científica. Paradójicamente, aunque estemos inmersos en el siglo XXI el que unas
ideas se cimenten en el sentido común y en la constatación de fundamentación
científica (o la ausencia de ella para el caso de las ideas que intenta
refutar) no garantiza en absoluto que no se reciba desprecio a formularlas y
que en lugar de propiciar una profundización
en búsqueda de la verdad con argumentos, pruebas y datos lo que se genera es una reacción cristalizada en una
diatriba y ataque casi tribal sin más poder de argumento que el del insulto y
el desprecio. Con suerte, la indiferencia.
Los
autores de libro son dos profesores de Psicología Universitarios José Errasti y
Mariano Pérez Álvarez con varios libros publicados y que saben de lo que
escriben, al que hay que agradecer su valentía por exponer las cosas claras sin
miedo a sufrir los ataques de alguna turba muy fáciles de enfurecer con la turbo
temporalidad, las redes sociales, el individualismo y el poco pensamiento
crítico a cualquier idea no ya contraria
si no diferente a la verdad oficial establecida para la cuestión del sexo y el género que supone recibir un ataque fulminante
y furibundo aunque mucha gente (en la
sombra) sea del mismo pensar pero prefiere callar y pasar desapercibido.
Otra
distinción que merece destacar en el libro es el prólogo de la filósofa Amelia
Valcárcel en las antípodas del pensamiento sectario y de todo aquello que no se
asiente en la reflexión crítica, profunda y sosegada de las cosas que afirma
que el libro está escrito con rigor y humor cosa que como lector del mismo
suscribo.
Vaya
por delante que lo primero que estos autores indican en el libro (como muchas
otras tantas personas) es que cualquier persona merece ser objeto de todos los
derechos y todos los deberes con independencia de cualquier circunstancia, por
supuesto incluyendo la cuestión del sexo que tenga ya sea el real o el
percibido. Esto es muy importante y es una de las claves de la tesis de los
autores de este libro. El que una persona se sienta que pertenece al sexo
contrario al que posee debe de merecer todo el respeto del mundo y por supuesto
ninguna merma de derechos (faltaría más), pero que el sexo sentido sea
diferente al sexo registral (como así llaman al hecho de atribuir el sexo varón
o mujer en el momento de nacer al observar sus genitales) tampoco tiene, por
decreto, que obligar a la sociedad a que se le reconozca, sin más, el derecho
de pertenecer al otro sexo.
Esta
es una de las ideas fundamentales de la teoría Queer, con el sexo fluido (que
puede cambiar, a voluntad, como algunas
especies de gusanos marinos según la temperatura del agua) y de la existencia
no ya de dos sexos (o géneros) sino infinidad. Es lógico que el feminismo
choque frontalmente con los defensores de la teoría Queer porque el feminismo
es defender a la mujer y a sus derechos y salvar y eliminar toda la
discriminación de la mujer por el mero
hecho de serla con todas las dificultades que tiene (techo de cristal, cría y
cuidado de la prole, de la familia, que le fuerza a renunciar en muchos casos a
la carrera profesional) y que de repente a los varones que se sientan mujeres
se conviertan en el centro de toda atención
es compresible que el feminismo lo vea como una desviación y desvirtuación
de su lucha por la igualdad, lo cual no quiere decir, ni mucho menos (como queda dicho antes) que una persona que
sienta un sexo diferente al biológico (o registral) no tenga los mismos
derechos que cualquier otra persona. Para complicar y enredar más las cosas al
favorecer la transición (de un sexo a otro) a edades cada vez más tempranas
se puede generar un terrible problema y
es que después con la madurez algunas personas se arrepienten de haber
transicionado. Con la ley actual esta transición ya se puede hacer sin
necesidad de ningún informe médico y psicológico que lo recomiende y el sentido
común dice que sería quizás mejor esperar a que la persona tenga una cierta
madurez para decidir sobre cuestión tan crucial porque luego los efectos
secundarios pueden ser muy graves.
El
que una persona con un sexo biológico se sienta que pertenece al otro es algo
personal y nadie puede ni debe influir en eso, pero eso tampoco significa que
haya que reconocerle esa categoría de género/sexo deseada. Como si alguien con una edad digamos,
cincuenta, quisiera inscribirse en una competición deportiva en la categoría de
menos de treinta y dijera que su edad biológica no se corresponda con su edad
biológica sentida…
No
menos cierto es que los colectivos LGTBIQ+ son cada vez más fuertes y con mucho
peso y que en política con todo lo políticamente correcto no quieren meterse en
berenjenales y dicen si a todo.
Suscribo
totalmente una de las ideas de los autores con la que cierran el libro:
Página
285
“Los
derechos de todas las personas habrán de sostenerse en un marco de libertades
universalista, sin distinciones ni privilegios de ningún tipo, y necesitarán
de un fundamento jurídico más sólido que
la intensidad de los deseos que presentan los individuos dentro de una sociedad
consumista. Afortunadamente, la visibilidad, el respeto y la aceptación de las
personas que disienten de las normas de sexo y de género tradicionales se
pueden sostener por sí mismas, con nobleza y rigor, y sin necesidad de
tergiversar la ciencia, imponer neolenguas abstrusas, generar tribalismo, ni
reinventar la inquisición”.
Página
19
“La
teoría y el activismo queer han logrado crear un <<terror>> hacia
la ya temible acusación de <<transfobia>> <<odio>> y
violencia epistémica>> contra quienes digan algo que no sea la aceptación
de la identidad sentida como evidencia de una condición natural exenta de
influencias sociales y el enfoque afirmativo de la transición de género como la
única alternativa aceptable.
Cualquier
ataque a la teoría Queer se considera un ataque a los derechos humanos que
desautoriza al crítico para poder opinar.”
Página
20
“La
crítica a la visión queer de la identidad de género se ha ejercido
mayoritariamente desde el feminismo, lo que es
perfectamente comprensible dado el notable ataque a los derechos de las mujeres
que supone su implantación política”.
Página
22
“Infancias
trans: ¿nacido en un cuerpo equivocado>> estudia el fenómeno de la
creciente disforia de género en la infancia y la adolescencia y la pregunta
sería si los niños están atrapados en un cuerpo equivocado o en realidad están
atrapados en discursos que les complican la vida.
Página
30
“La
reproducción es una función tan importante
que no hay cultura que, de una u otra forma, en función de sus propias
circunstancias, no reconozca de alguna manera a mujeres y varones para ir
encaminándolos ya desde bebés a los estereotipos sexuales. Obviamente, tales
estereotipos no son inocentes ni neutros en cuanto a su ideología y relaciones
de poder que perpetúan; tampoco son naturales, so con esta palabra queremos
defender la conexión inmediata e inevitable entre los sexos y los estereotipos
sexuales… De esta manera la distinción entres sexos es una realidad social
universal en todas las culturas humanas dada a relación entre esta distinción y
la reproducción de los individuos…
Pero,
al igual que las personas usamos la distinción día/noche para regular, por
ejemplo, nuestras horas de sueño sin
necesidad de poseer conocimientos de astronomía, cabe entender que el
sexo como categoría presente en la vida de las personas y las culturas,
recogido en el léxico de todos los idiomas del mundo, está vinculado de forma
casi exacta con la reproducción en tanto base de la organización y perpetuación
social”
Hoy
día el sexo, en la sociedad occidental, ha perdido buena parte de su valor e
importancia para la reproducción y perpetuación del ser humano, quedándose sólo
en una cuestión de afectos y placer pero eso no debe permitir que le demos la
justa importancia al hecho del sexo biológico y el sexo biológico tiene solo
dos variantes: masculino y femenino. No hay más. Por eso la teoría Queer incide
tanto en los casos de intersexos (menos del 0,01 por ciento de los casos).
Página
184
“Por
ejemplo, la constatación del sexo al nacer, más que la mera asignación, alcanza
un acierto cercano al cien por cien. Por otra parte, la normatividad fluida no
deja de ser la normatividad de los tiempos líquidos de nuestra época de
incertidumbres, más una deriva de resultado incierto que un logro histórico que
merezca ser celebrado.”
Página
42
“¿Por
qué se insiste tanto en el continuo intersexual? Porque según se supone, ver el
sexo como un continuo ayudaría a eliminar la discriminación de las personas
trans –aunque irónicamente muchas personas trans se adhieren a uno u otro sexo-
y de las personas que se declaran no binarias. Sin embargo , no sería necesario
tergiversar la biología para exigir el respeto y defender los derechos debidos
a las personas trans y a las personas que no
se consideran binarias”
En
definitiva el despojar al sexo de su valor reproductivo “Para que tener hijos
si se pueden tener mascotas” la necesidad de buscar la individualidad en una
comunidad global que hace la excentricidad credos de obligado cumplimiento, la
insatisfacción como principal motor del consumo, la intoxicación informativa
que trae confusión más que certezas y otras múltiples causas hacen necesario
que la sociedad en su conjunto se pare y reflexione y que podamos rebatir con
argumentos a los policías del género.
Página
113
“Según
señala Sara Cobo, el feminismo acentuó en aquel momento cómo el sexo es una
realidad anatómica indiscutible, mientras que el género es una realidad
política, tanto material como simbólica, que reproduce el orden social
patriarcal a través de dos normatividades generizadas: la masculina y la
femenina. Aparece el fértil campo de los “estudios de género”, desde diferentes
disciplinas y con diversos enfoques, con el único hilo común de destacar el
género como un hecho que ha de ser dotado de su propio protagonismo, mucho más
que un mero epifenómeno del sexo”
Página
129
“Nada
más demoledor contra el irracionalismo queer que el viejo poema del maestro Antonio Machado <<¿Tu
verdad? No, la verdad, y ven conmigo a
buscarla. La tuya guardatela”
Las
clases políticas buscan a nuevas minorías oprimidas para rescatarlas y así
seguir haciendo (hablando) sin hacer nada…
Página
175
“Las
minorías oprimidas son el nuevo proletariado tras la caída del Muro de Berlín;
de acuerdo con el exmilitante de izquierda Alejo Schapire, la izquierda se
ocupó del “proletariado de sustitución” que se había encontrado: las minorías
oprimidas, por quien encarnaría al nuevo enemigo designado, el hombre blanco
heterosexual”.
Transexualidad
en la infancia
Página
198
“Todo
parece indicar que la disforia de género de comienzo rápido es un fenómeno
social, no un trastorno mental. La propia Litmman apunta este carácter social
cuando señala precisamente “el contagio social” como factor implicado…Se
entiende que la identidad sentida revela la verdadera condición natural del
género de uno, independientemente del género asignado al nacimiento. Cualquier
alusión a la influencia social al que se refiere Littman, sería anatema. De
hecho, esta autora y su artículo fueron acusados de una actitud antitrans”.
Contradicciones
de la teoría Queer
Página
200
“1.
Por un lado, la teoría queer no quiere patologizar la incongruencia de género –en
lo que coincidimos- y, por otro, sostiene el tratamiento
farmacológico-quirúrgico siguiendo a pies juntillas el modelo biomédico.
2.
Por un lado, la teoría queer se declara no binaria y, por otro, aboga por un
tratamiento para cambiar de un sexo a otro, de mujer a varón o de varón a
mujer. Después de todo, la identidad de género parecer seguir vigente al modo
binario más puro y duro: fármaco-quirúrgico.
3.Por
un lado, la teoría queer sostiene que el sexo y el género son constructos
sociales y, por otro, afirma que la identidad sentida es reveladora de una
condición natural. Curiosamente, la identidad sentida estaría albergara en el
cuerpo –quizá en el cerebro- sin influencias sociales tan indubitable como la
mente cartesiana “pienso que soy trans, luego lo soy”.
Página
219
“Las
nuevas políticas son represoras en el sentido de que reprenden y reprimen
cualquier discusión de su enfoque con la socorrida acusación de transfobia y
ofensa, cuando no de linchamiento. “Me sorprende cuando digo “cuando un chico
va a comenzar el tránsito para ser chica, hay que explicarle que no va será una
mujer, sino una mujer trans” y la respuesta que recibo sa: “Si hablamos de
alguien que va a hace el tránsito social para que se le reconozca como chica,
ese alguien es una chica. No es un chico, y me parece ofensivo tratarle como
tal”. ¿Decir que una persona es una mujer trans es decir que es un chico? ¿eso
es ofensivo? ¡Vaya! Concluye Missé.
El
sentido común dice que antes de optar por soluciones precipitadas y que luego
pueden dejar efectos adversos de manera permanente es mejor esperar, evaluar y
contemplar otras alternativas sin necesidad de excluir ninguna:
Página
240
“Esto
sugiere el compromiso ético de disponer de alternativas a enfoque afirmativo
como las señaladas (hacer la transición cuanto antes, o detener el desarrollo sexual)
¿Qué tiene de malo esperar y ver, explorar, evaluar y, si es el caso,
reconciliar a uno con el propio cuerpo, antes de embarcarse en transiciones irreversibles
de las que uno tal vez quiera volver atrás, sin excluir la transición llegado
el momento?... Es hora de plantar cara a la expropiación del cuerpo por parte
de la teoría y el activismo queer plasmado en la consigna del cuerpo equivocado
y el enfoque afirmativo.”
FICHA
TÉCNICA:
TÍTULO:
NADIE NACE EN UN CUERPO EQUIVOCADO
SUBTÍTULO:
ÉXITO Y MISERIA DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO.
AUTORES:
JOSÉ ERRASTI Y MARINO PÉREZ ÁLVAREZ
EDITORIAL
DEUSTO. DIVULGACIÓN
PÁGINAS:
293
AÑO
DE PUBLICACIÓN: 2023
ISBN:
9788423436798
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