EL PROFE DON RAMIRO Desde que con cuatro años entré al parvulario   hasta que concluí mis estudios en la facultad fueron casi dos décadas pasando por muchas    aulas y muchos maestros pasando por ellas. De todos, el que más huella   dejó fue Don Ramiro. Don Ramiro era mi profesor de filosofía en el instituto. Cuando   me dio clases   ya era muy mayor   o eso parecía porque cuando me enteré de   su jubilación me sorprendió que no lo hubiera hecho mucho   antes.   Era menudo, vestía desaliñado y fumaba mucho, a escondidas casi siempre. Se disculpaba ante nosotros por ello, con su cigarro humeante que   ocultaba ahuecando su mano. No podía evitarlo. Sus   dedos amarillentos indicaban que era un rehén de la nicotina, pero aún así, haciendo del error una virtud   supo inculcarnos el desprecio a los cigarrillos escarmentando de manera vicaria   con sus toses que parecían iban a romperle los pulmones y su mirada asu...

  SOMOS LO QUE HABLAMOS. EL PODER TERAPÉUTICO DE HABLAR Y HABLARNOS.   Este libro, del afamado siquiatra Luis Rojas Marcos, afincado en Nueva York desde hace muchas décadas, me lo compré, en diciembre del 2020, en plena transición oculta (por entonces)   de la segunda a la tercera ola del maldito   COVID.   Es un libro que se lee fácil y   que apunta varias ideas muy interesantes. Una de estas es la siguiente: el lenguaje es un instrumento muy poderoso para conducirnos, reflexionar, valorar y analizar las situaciones en la que estamos inmersos. Cuando verbalizamos analizamos cosas que a lo mejor pasarían inadvertidas sin este proceso de expresar lo que sentimos. Esto me recuerda mucho a mi madre, mujer infatigable y muy inteligente, con muy buenas ideas siempre   en su cabeza   y que siempre   está inmersa en proyectos y tareas, en   un animado y motivador lenguaje consigo misma, pero que se escucha y con el que se motiva y moti...

                                                       LOS DÍAS PASAR Más que veloz pasa la vida  delante de nuestras  pupilas    altanera y,  a veces, desagradecida agitando    conciencias intranquilas.   Nos eleva a un pebetero  con llama encendida y, de improvisto,    fustiga haciéndose la ofendida. Para  cuando, ya,    sabemos de sus largas  retahílas  obsequia con  el triste epitafio  de toda vida aprendida. Así vemos esfumarse  los días livianos dejando  atrás nuestro todo  de manera concienzuda     aguardando a lo que viene, envuelto en duda      el presente  escapando como  agua entre las manos. Viviendo hasta donde alcanza el abrigo del recuerdo recomponiendo el  pasado ...

 PARA EL CONCURSO DE ZENDA .   #unaNavidaddiferente NAVIDADES EN CASA Le encantaban las Navidades y las disfrutaba aunque algunas cosas     no le entusiasmaran     como, por ejemplo, esa ingesta de calorías en magnitud desorbitada    con tantas comilonas       que ya, desde las vísperas de las tan señaladas fiestas para él, se inauguraban   con la comida con sus compañeros (es un decir) de la oficina. Otra de las menudencias   que tampoco le atraía en exceso (aunque esta año no lo había hecho)     era el   tener que     deambular   por las calles infestadas de gente   como si anduviera metido en pleno   rodaje de un capítulo   de la serie Walking death sólo que con   más zombis   de la cuenta   y todo eso para comprarles regalos a los   seres   queridos y compromisos ( categorías ambas   que le costaba diferenciar cuando la desazón   se...