CUENTOS CRUELES


CUENTOS CRUELES. RESEÑA BIBLIOGRÁFICA.

Este libro que les voy a comentar del afamado (y muy merecidamente) Juan Eslava Galán  nacido en 1948 en Arjona (Jaén),  fue editado hace treinta años (en 1990) por el servicio de publicaciones de la Universidad de Granada.  Ya por entonces, en 1987,  había ganado el premio Planeta con su "En busca del unicornio". Paseando una tranquila tarde de febrero por las inmediaciones de la catedral de Jaén lo vi junto a otros libros y revistas en la calle en un improvisado expositor que una librería tenía puesto en la calle. Me detuve y me llamó la atención y aunque algunos de los cuentos ya los había leído en otros libros del autor no me importó. Eran tres euros.
 El libro comienza con una cita de un personaje que durante el siglo XVIII recorrió los pueblos de la península y se ve que quedaría muy mohíno con lo visto, tanto es así que el autor del libro se lo dedica a don Antonio Ponz (1725-1792), el ilustrado autor de Viaje por España, que pasó por el pueblo y escribió "cosa muy desdichada".
Es una colección de cinco relatos donde se refleja la pobreza (económica y  también humana) de los pueblos. Retrata muy bien las envidias y la miseria moral de las gentes apretadas por la vida dura, llena de privaciones  y las penurias en un paisaje triste y desolador que aunque ya  lejano desgraciadamente podemos ver   posos de todo aquello todavía,  afortunadamente, con un nivel de vida galáctico en comparación al de entonces.  Ulises, El espía, El dedo de San Juan,  la muerte de la abuela y la ventera de Escañón conforman una serie de historias que reflejan muy bien la incultura, el clasismo, la opresión de las instituciones,  la iglesia a la cabeza, la hipocresía, el puritanismo bobo, la falta de democracia y la miseria económica y también moral aunque desgraciadamente ambas pobrezas están interconectadas. La una potencia la otra y se retroalimentan.





Este paisaje tan bien retratado de nuestros pueblos de hace sesenta o setenta años ha quedado, como digo, muy difuminado pero se le sigue la pista. Sobre todos para quienes hemos tenido la suerte de conocer  de cerca la vida en los pueblos bien por haber estado allí o por haber escuchado las historias de gente que sí lo hizo o ambas cosas a la vez. Hasta no hace mucho la mayor parte de la gente vivía en los pueblos no como ahora que la situación se ha invertido y  la mayor parte vive en las grandes urbes dando lugar a lo que se denomina la España vaciada, aunque siempre tendremos que tener presente que toda nuestra riqueza natural, paisajística, arquitectónica, turística y agrícola reside en nuestros pueblos y no podemos dejarlos abandonados.



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