LA RESPUESTA

LA RESPUESTA Juan era un joven de tez morena y cabellos tan oscuros que cuando abría la boca sus dientes parecían estrellas relucientes. Hijo de labriegos, su familia no había hecho otra cosa, durante generaciones, más que trabajar la tierra. Tierras de ricos que gentes como la familia de Juan convertían en fértiles regándolas con lágrimas de sudor en la certeza de saber que por mucho que se esforzaran seguirían malviviendo mientras los terratenientes serían más adinerados. Cada vez más lejos unos de otros como las estrellas en el firmamento. Pero la madre de Juan no quería para él escribir en su frente la misma suerte que habían corrido todos los de su sangre. —No podemos esperar cambiar las cosas haciendo siempre lo mismo—repetía la madre. Un día tras una visita del dueño de la finca éste se interesó por J...