Reseña bibliográfica: La Biblia contada para escépticos de Juan Eslava Galán

 

LA BIBLIA CONTADA PARA ESCÉPTICOS

DE JUAN ESLAVA GALÁN

El último libro que leí del paisano Juan Eslava Galán fue, precisamente, en el verano del año pasado:  La conquista de América contada para escépticos” y  este verano he acabado de leer su último libro, por ahora, “La biblia contada para escépticos”. Con el dinero de un pequeño premio en un concurso literario me compré este libro y otro de José Antonio Marina "Biografía de la inhumanidad" que ya he empezado a leerlo, descubriendo que antes  había escrito otro titulado "Biografía de la humanidad", como pueden ver, siempre, siempre, un libro te lleva a otro en una cadena infinita. 

Pero hoy les voy a comentar "La Biblia contada para escépticos".  Este libro  es de formato bolsillo  por lo que el tamaño de su letra, algo pequeño, hace que la lectura no sea, a veces, del todo cómoda, pero en cualquier caso es solo una pequeña dificultad  compensada de sobra por lo muy interesante  que aporta el autor en el libro.



Ya sabemos, de sobra,  que la biblia es el libro más traducido, más vendido y más estudiado y  aún siendo esto mucho decir  nunca está de más  reflexionar y repasar sobre la biblia y sus enseñanzas por varias razones:

1.    Es  un compendio de todo lo humano e inhumano desde los tiempos de los tiempos. En la biblia podemos encontrar de todo: leyes, historia, poesía, profecías, proverbios, una sección de autoayuda y como en  los refraneros podemos encontrar una cosa y su contraria, con lo cual no es difícil hacer alguna tropelía amparándose y encontrado respaldo en la Biblia y arremeter contra quién ha hecho exactamente  lo mismo encontrando  en la Biblia justificación también, pero en otra página. 

2.     Porque el alcance de sus enseñanzas han constituido, se quiera o no, los pilares de buena parte del mundo occidental, o mejor dicho, desarrollado con toda la influencia colectiva, individual, consciente e inconsciente que eso supone.

3.     Porque sigue teniendo (más de 2600 años después de ser escrita)   mucha vigencia, aunque cada vez, cierto es, vaya menguando su influencia. Como ejemplo pensar en EEUU cuyos  presidentes juran sobre una biblia o su leyenda en los billetes de dólar  (In God We trust. En Dios confiamos). Siempre, y ahí tienen razón, mejor confiar en Dios que en nuestra casta política.

Todos hemos tenido en casa alguna biblia  y, seguramente, que la hemos leído, si no entera, sí  muchos de sus pasajes, que forman parte de nuestro acervo cultural. Adán y Eva, Caín y Abel, Lilit,  Noé, Salomón, Moisés, Jonás, David y Goliat,  El santo Job, Sodoma y Gomorra, Los profetas Jeremías y Elías (entre otros), La valiente Esther, Rut, Susana y los viejos y muchos otros pasajes de los que Eslava Galán da cuenta y comenta muy acertadamente. Muchos de estos pasajes probablemente hayan sido copias de otros textos mucho más antiguos de culturas vecinas, de los asirios, babilonios y Mesopotamia. Por ejemplo, el diluvio universal, o la historia de la heroína Esther (que no ha sido incluida como texto sagrado por parte de los esenios, una secta cristiana a orillas del Mar Muerto). Otros pasajes también dan mucho que pensar y si no que se lo digan al pobre Job. Una tarde de aburrimiento en las alturas celestiales que  Dios y Lucifer deciden pasarla apostando sobre la cabeza del desgraciado Job cuánto aguantaría. Otras historias son también verdaderamente sorprendentes como las de Jonás y la ballena.  Me imagino a la mujer de Jonás a su regreso oyendo aquella historia  por boca de Jonás como muy inocentemente señala Juan Eslava Galán. Un derroche de imaginación.

Evidentemente los teólogos y las teólogas  tendrán argumentos y razones muy fundamentadas para explicar  todos y cada uno de los pasajes de la  Biblia, pero no es menos cierto que hay cosas (muchas) que chocan y extrañan  a cualquier sesera, pero claro, con la recurrida  frase  los caminos del señor son inescrutables” y que algo humano no puede aspirar a comprender lo divino se escapan de manera sencilla  al intento de comprensión por nuestra parte de muchas cosas, ciertamente difícil de explicar. El caso es que a veces uno se pregunta si más no le hubiera valido la pena al pueblo “elegido” el no haberlo sido y haber tenido quizás una existencia  más tranquila y sosegada, sin tanto sobresalto, en forma de castigos sobre sus hombros, sobre sus hijos como por ejemplo el tener que  vagar años y años  por el desierto para encontrar su tierra prometida que, por circunstancias de la vida, resulta que lo era  también de otras gentes y otras religiones y aunque prometida  no está claro a quién. Un Dios, el del antiguo testamento muy celoso, que solo permite adorarle a él y no a otros dioses y diosas   mucho menos exigentes y  fáciles de complacer   y  mucho más  comprensivos sin enfadarse por no acaparar  toda la atención devota de la feligresía. Hecho este que provocaba que el pueblo elegido se descarriara con cierta facilidad sufriendo por ello los tan temidos ataques de cólera e ira divina que se descargaban sobre los afligidos pecadores que no terminaban de entender por que su Dios Yahvé era tan estricto y duro con ellos mientras que las otras deidades eran mucho más agradables de complacer y satisfacer como la diosa Astarté, con una visión del sexo mucho más abierta, por poner un caso.  Por no mencionar que la biblia reprueba específicamente incluso con la muerte a las prácticas homosexuales, lo cual aparte de injusto es algo arriesgado. A pique de que les censuren más ediciones del libro.

“No te acostarás con varón como con mujer, es abominación (Lev. 18.22). Y cualquiera que se acueste con otro hombre como uno se acuesta con una mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos. (Lev. 20,13)

 Luego, por otra parte, está el tema de las traducciones, cuestión que no es peccata minuta. En la traducción latina de la biblia “La Vulgata  fechada hacia el 405 d.C. y que constituye el texto oficial de la Iglesia católica, su traductor,  san Jerónimo  cometió no pocos errores.  Uno de ellos, como señala el autor “ Cuando Moisés baja del Sinaí, después de entrevistarse con Dios, la Biblia dice la piel de su rostro se había vuelto radiante (Ex. 34, 29-30). En hebreo, el verbo irradiar (emitir rayos) es de la misma raíz que el sustantivo cuernos así que san Jerónimo no se lo pensó dos veces y tradujo lo siguiente: Et facies sua cornutus erat, osea “Y su rostro era cornudo...” Después los pintores y escultores, sin más honduras, retrataron a Moisés con cuernos.

Casi nada.

Aquellas imágenes que todos podemos recordar  de un Moisés con cuernos es resultado de una floja traducción y tal error  pasó al mundo del arte y la imaginería cristiana sin más. Esto da mucho que pensar. A saber qué dirían los textos originales.

Otros errores de traducción han tenido mucho más calado.

Página 375 “ Isaías profetizó que el mesías nacería de una “muchacha” (hebreo almah); pero el evangelista Mateo manejaba una defectuosa traducción griega en la que habían escrito “virgen” (betulah) en lugar de muchacha y de ahí procede todo el mito católico de la Virgen embarazada por Dios que da a luz a Jesús”

“Duele reconocerlo, pero un simple error de traducción ha determinado la teología católica y hasta la creación de una rama específica de ella, la mariología”.

Cualquiera, y esto lo digo yo, suprime las romerías de las vírgenes y patronas que cada municipio tiene a bien tener.  Resulta llamativo que tuviera basándose en una traducción errónea   el mayor fundamento teológico del cristianismo:  que Dios tuviera que  nacer a través de una mujer (ésta, la única sin pecado original -todos los demás sí-, de ahí el nombre de Inmácula, sin mancha), y virgen, para que a través de su hijo (él mismo) pudiéramos lavar nuestro pecado original (haber comido un higo en el paraíso terrenal) matándolo en la cruz,  tuviera su origen en una traducción defectuosa.

El propio autor dice:

“El nuevo testamento, más fantástico todavía que el Antiguo, cuenta que Yahvé se desdobla en un Hijo y lo envía de incógnito a la Tierra para que nazca de una virgen (por inseminación divina) y para que, cuando crezca, lo crucifiquen y de ese modo lave con su sangre la mancha de un pecado (el pecado original) cometido por Adán y Eva y genéticamente transmitido a sus descendientes (la Humanidad entera). El pecado consistió en comerse un higo de una higuera que Yahvé se reservaba para su disfrute personal en el Paraíso original”

Otro pasaje, por citar alguno, que da  que pensar es el relacionado con la creación del hombre y la mujer. Adán y Eva.

Si en la biblia se prohíbe el incesto porqué  Dios creó a solo una pareja. Si hubiera creado  unas cuantas docenas, ya puestos, qué más le daría,  habría algo de endogamia, sí,  pero no incesto. “Maldito el que  se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre” (Dt. 27,22) aunque bien es cierto que esta prohibición aparece más tarde con las leyes de Moisés. 

En la biblia como en el refranero se dice una cosa y la contraria. En una parte se afirma una cosa y en otra su contraria. A veces casi en la misma página.

Página 30

“Pongamos un ejemplo de los muchos que podríamos obtener del Libro Santo. En un pasaje se advierte: Soy el Dios que hace caer la iniquidad de los padres sobre los hijos y los nietos hasta la cuarta generación. (Éx. 34, 7). Algún descreído podría objetar que también dice: Los padres no morirán por culpa de los hijos, ni los hijos por culpa de los padres. Que cada u no sea condenado por su propio pecado (Dt. 24,16) y más adelante: Ya no diréis vuestro proverbio: los padres han comido uva verde y sus hijos han sufrido dentera. Pues cada uno morirá por su propio pecado. El que haya comido uva verde es el único que sufrirá dentera (Jer. 31,30). Lo malo es que el propio Jeremías se contradice casi en la misma página: Señor, tú que concedes misericordia a miles de miles, y haces pagar la iniquidad de los padres a sus hijos tras ellos (Jer. 32,18).”

Explicación plausible del autor: Muchas manos estropean el guiso.

Casi nada.

Qué es la biblia

Es un conjunto de libros (aunque parezca sólo uno) de extensión variable que oscilan entre un folio escaso y las cincuenta páginas. No es un libro ordenado y contiene de todo: leyes, historia, poesía, profecías, proverbios, una sección de autoayuda y como en  los refraneros podemos encontrar una cosa y su contraria. Y no olvidemos que es la fuente remota de la que bebe la cultura occidental.

 

 

El Yahvé del antiguo testamento es un dios irascible a ratos  y  comprensivo en  otros. Si no que se lo pregunten a Uza que voluntarioso y entregado   transportaba el arca de la alianza cuando los bueyes que la transportaban  tropezaron y a él casi  se le cae el arca al suelo. Por ese motivo, Yahvé, enfurecido le mandó un rayo que lo fulminó.

Casi nada.

Entonces Uza la sostuvo y, al tocarla, el furor de Yahvé se encendió contra él, y allí mismo lo hirió Yahvé por ese yerro, y cayó allí junto al Arca” (2 Sam. 6, 7).

Decir ya por ir acabando que la Biblia se divide en tres partes:

1.    La Torá, o Pentateuco (cinco libros), atribuida a Moisés, que cuenta la Creación del mundo y la historia de los judíos hasta la llegada a la Tierra Prometida.

2.    Los Profetas, que continúan la historia en la Tierra Prometida hasta la caída de los reinos israelitas y el exilio de sus gentes a Babilonia.

3.    Los Escritos: un conjunto de salmos y consejos sapienciales compuestos entre el siglo V y el II a.C.

 

Al final de la Biblia figuran algunas obras literarias, cuentos podría decirse, que se han hecho hueco en el libro sagrado, Dios sabe cómo.

Página 32-33

“…Los judíos y los cristianos se llevaban a matar, y las distintas sectas y confesiones cristianas (católicos, protestantes, anglicanos, ortodoxos…) se odiaban a muerte. No debe sorprendernos, por tanto, que la Biblia de los judíos sea algo distinta a la e los cristianos que la heredaron o usurparon. Unos y otros reconocen como inspirados por Dios una serie de libros pero difieren en otros: el cura católico nos dirá que el Antiguo Testamento tiene 46 libros y el Nuevo 27; el pastor protestante nos dirá que el Antiguo Testamento tiene 39 libros y el Nuevo 27, y el rabino nos dirá que la Biblia tiene 39 libros y solo aceptará los del Antiguo Testamento… “

En cualquier caso estos textos son copias transmitidas a lo largo del tiempo, a veces, con varios siglos entre la copia más antigua y el original y muchos añadidos en forma de comentarios o pasajes  por lo que muy probablemente no sean textos fieles al original.

Página 57

“La religión de Yahvé se distinguiría de las de su entorno en que era monoteísta y adoradora de un dios celoso y excluyente. El primitivo culto a Yahvé, que llamaremos Yahvismo,  coexistió a lo largo de un milenio con los dioses de los pueblos vecinos, pero durante el reinado del rey Josías de Judá (639-608 a.C.) se sistematizó por razones tanto religiosas como políticas y dio origen al judaísmo tal como hoy lo conocemos: una religión monoteísta que se basa en la alianza establecida por Dios con un pueblo al que promete tierra y poder a cambio de obediencia ciega. La alianza garantiza a los hebreos la protección y guía del Señor a cambio  de obediencia, sumisión y lealtad absolutas. Y para que conste, todos los varones se mutilarán la caperuza del pito”.

 

 

FICHA TÉCNICA:

TÍTULO: LA BIBLIA CONTADA PARA ESCÉPTICOS.

AUTOR: JUAN ESLAVA GALÁN

GÉNERO: HISTORIA

PÁGINAS: 574

EDITORIAL: PLANETA. COLECCIÓN BOOKET.

AÑO DE LA PUBLICACIÓN: SEGUNDA IMPRESIÓN OCTUBRE, 2020.

PRECIO: 12,95€

ISBN: 978-84-08-22751-9

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