UN POEMA PARA EL CONCURSO DE ZENDA: DECIDLES DE ESO QUE LLAMAN AMOR


  Decidles de eso  que llaman amor
 Avisad  del   señuelo   de    noches de verano
y   hechizos   de  cuerpos desnudos
con caricias  de  sueños entrelazados
que el  otoño  acecha cercano
con    noches  para enfriar     corazones.
Decidles  aunque no quieran escuchar
como  el soldado viejo a los cañones
  embriagados de  instante infinito  e irreal
arrogantes  en su amor de granito
 como  espiga resistente
al capricho del  viento maldito.
  Henchidos de  placer efervescente
 por lenguas de lava enfebrecidos
 con deudas pendientes por cobrar
del abismo   renacidos
 que creen suyas  las olas y el  mar.
Decid  de la angustia   del     náufrago
 de la tristeza  de    mares de lágrimas
 y  sus  llantos de   sed eterna.
Que el amor  construye  muros de Jericó
para  después  soplar  trompetas.
   Cruel general    que no hace prisioneros
ni  deja huir    a los  espectros.   



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