QUÉ VALOR DEBERÍAMOS DAR AL DINERO
Qué
valor deberíamos dar al dinero
Desde siempre se ha
considerado al dinero un factor con excesivo poder en la sociedad. Como si nos sorprendiera la elevada
consideración que tiene sobre la vida de los hombres. De hecho, si nos
fijamos en algunos dichos y pensamientos vemos esa relación de amor-odio que en todas las
sociedades se establece con el dinero: "Poderoso
caballero don dinero";
"Quienes creen que el dinero lo hace todo terminan haciendo todo por dinero" ;"Al perro que tiene dinero se le llama señor
perro". Siempre ha traslucido
esta dualidad contradictoria: amor por
el dinero y repugnancia por ese apego crematístico. Y de ahí, que en numerosas citas se recoja esa paradoja.
En mi opinión está
claro que el dinero en la sociedad debería ajustarse al aureum mediocritas aristotélico ( dorado término medio). Ni mucho
ni poco: el suficiente para una vida digna. Y este punto medio en el caso que nos ocupa es aún si cabe
más importante porque el dinero —decíamos—es un buen siervo y un mal amo.
El dinero es un medio y no un fin. Hay personas que confunden el medio con el
fin y andan llevando una vida casi pordiosera, dándonos pena al verlos por la calle aun atesorando
mucho dinero. Son más felices guardándolo y no gastándolo aunque sea para llevar una vida decente. Otros en cambio ponen el acento en el medio que
sirve para conseguir cosas y por ese motivo se convierten en maquinitas
deseantes. Desean muchas cosas que el
mercado hoy día pone al alcance en
cantidad enorme y les falta dinero para poder satisfacerse de todas las
necesidades reales e inventadas. De ahí, la importancia de la virtud del
término medio. Además si el dinero da la felicidad eso es cierto hasta un punto, rebasado el cual por más
dinero que se posea no se aumenta la felicidad.
Dicho esto volvamos
a la cuestión inicial ¿Cuánto debería ser el valor del dinero?
Alguien
podría pensar que siempre el valor del dinero ha sido máximo en todas las
sociedades pero esto no ha sido así siempre . Por ejemplo, en la Edad media los
judíos eran los que acaparaban la mayor parte del dinero pero no por ello
ocupaban la cúspide y el reconocimiento social. Más bien, debido a la envidia
envuelta en cuestiones teocráticas al contrario. En este punto el filósofo español Ortega y
Gasset aporta una idea interesantísima: cuando en las sociedades no hay
principios entonces el dinero ocupa el primer puesto en valoración, pero si en
la sociedad hay otros valores entonces el dinero queda relegado a otros
peldaños inferiores siendo rebasado por
la sabiduría, el conocimiento, el valor, la honra, la entrega o la
dignidad.
¿Hoy día en nuestra sociedad el dinero es el mayor valor que se puede tener?
Es la
pregunta del millón. Vivimos en la sociedad del consumo. Nos crean necesidades
nuevas que debemos satisfacer al instante.
La economía, motor de la sociedad occidental, tiene uno de sus pilares
en el consumismo. Antes en sociedades pretéritas había gente con mucho dinero
pero no había cosas que comprar. Los mercados eran mucho más
austeros. Hoy día la tecnología y la
industria ponen a nuestro alcance un
arsenal casi infinito de bienes para comprar. A los ricos les gusta elevarse sobre la
muchedumbre pagando cifras astronómicas por los objetos con tal de
distinguirse. Véase con algunos ejemplos:
relojes hay muchos y de
muchos precios, pero la necesidad de estar informados de la hora puede ser satisfecha con un reloj de unos pocos euros o con los que valen medio
millón. Otro ejemplo es el agua, antes de la crisis económica no era
infrecuente encontrar en ciertos restaurantes cartas de agua. Con agua embotellada en lugares exóticos y
distantes como Nueva Zelanda vaya usted a saber a qué precio.
Cómo
decía Orega y Gaseet (hace casi 90 años) un hombre puede llegar a una ciudad y
comprarse el traje más elegante, el sombrero y el encendedor más caro, el
automóvil más lujoso y con eso (con el dinero) llegar a ser el personaje más
ilustre del lugar. Como ejemplo de que en la sociedad de su tiempo se habían
perdido muchos valores y ocupado el dinero su puesto.
Creo que
hoy día la situación no ha cambiado mucho. Y ahondando en el pensamiento de
Ortega y Gasset sería bueno que no le diéramos tanta importancia al dinero ni a
la gente que lo tiene ni a las cosas que hacen para gastarlo. Deberíamos más
bien de preocuparnos de invertir nuestro esfuerzo y atención en otros
menesteres más espirituales y seguro que más enriquecedores.
El sentido común y el equilibrio en la praxis es lo que definen a los sabios. El dinero como máximo exponente de una sociedad denota la pérdida de visión presente y futura sustentada en valores (honradez, altruismo, valentía, sacrificio, esfuerzo, dignidad, libertad....) y transmiten un dinamismo social en busca de necesidades instintivas y materiales, que nunca lograrán alcanzar plenitud emocional, elemento clave y esencial sobre la que se sustenta la felicidad.
ResponderEliminarMuy bueno tu comentario Juan Manuel.
Lo esencial a los hombres es intemporal, lo material es efimero
Me gustaría decir que en mi opinión el problema no es el dinero, sino el ansia ilimitada de poseer y la sensación de poder que eso conlleva y los ideólogos del consumismo desenfrenado conocen bien esa tendencia. De hecho en las sociedades occidentales, la pobreza no es morirse de hambre o de frío sino no poder acceder a los bienes que otros poseen, un coche de lujo o el smartphone de última generación. Por otra parte, es inútil pensar que deberíamos tener el suficiente dinero para llevar una vida digna, porque cuando uno le pregunta a la gente cuanto dinero necesitaría para eso, siempre contestan que les gustaría tener algo más de lo que tienen, independientemente de su nivel adquisitivo. Para terminar con aquellos personajes riquísimos que durante toda su vida sólo se dedican a ganar más y más.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Entre todos hemos hecho de nuestra sociedad un gran mercado. En este caso voto por el término medio porque los extremos nunca fueron buenos.
ResponderEliminarSaludos
Los comentarios a esta entrada son muy enriquecedores. Me aportan tanto o más que cuando he pensado lo escrito sobre la cuestión. Muchas gracias!!
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