LA FELICIDAD
LA FELICIDAD
El
día de la "Felicidad"
La ONU estableció en el
2012 que, a partir de entonces, todos los 20 de marzo serían el día de la
Felicidad. Con esa costumbre de dedicar un día del año a alguna cuestión vamos
a tener que mudarnos a otro planeta como Mercurio o Júpiter que tienen años (el
tiempo que tarda el planeta en dar una
vuelta completa al sol) bastantes más largos que el terrestre y así,
despreocupadamente, seguir con la tendencia de dedicarle un día de nuestro calendario a todo aquello que se nos antoje importante. Sin temor a que el día que elijamos ya esté
ocupado o que tengamos que compartir el día elegido en cuestión para esa cosa
con alguna otra. Porque de darse la situación de que un mismo día estuviera dedicado a dos o tres asuntos habría, entonces, que repartir la jornada:
"La mañana del día tal es el día de esto y la tarde de lo de esto otro y claro eso desvirtuaría un poco la efeméride y se
perdería buena parte del efecto reclamo y de concienciación sobre la materia en
particular. Bueno, a lo que íbamos, el pasado 20 de marzo, la ONU ha publicado
un informe mundial sobre la felicidad y el país que encabeza la lista de la
felicidad es Dinamarca. España ocupa un discreto puesto 38. Hay otros índices
realizados por otras instituciones y según cómo midan y qué midan salen unos
países más felices que otros. En este de la ONU miden la renta per cápita, la
percepción de la corrupción, las ayudas y apoyo social, la esperanza de vida,
la prevalencia de la generosidad y la libertad para tomar decisiones.
Demasiados bien parados salimos. Si en otro estudio quitáramos lo de ayudas,
corrupción y renta y añadiéramos conceptos cercanos a "viva la
virgen" ahora que se acerca la semana santa seguro que adelantaríamos muchos puestos.
Medida
de la Felicidad
Le propongo un
ejercicio sencillo: cierre los ojos y valore del cero al diez su nivel de
felicidad. ¿Cuál ha sido su puntuación?. La mayoría nos situamos entre el 6 y
el 8. Y la media mundial es el 7. Si su puntuación está por encima de 7 piense
qué cree que es lo que hace estar por arriba y si ha sido por debajo de 7
detecte que es lo que está haciendo que esté bajo la media. Por ahí puede trabajar
de manera activa en su propia felicidad. Para ser felices hay que actuar.
¿Qué
se necesita para ser feliz?
En resumidas cuentas tres
cosas: Tener las necesidades básicas cubiertas, sentirse pertenecer a un grupo
estableciendo lazos sociales y sentirse que uno es capaz de progresar.
Es importante tener en
cuenta que para ser feliz hay que actuar. Y actuar con actitud positiva. Aunque la mitad de la felicidad que sintamos
está en nuestros genes podemos actuar sobre la otra mitad. Personas que han
sufrido trágicos accidentes quedando en silla de ruedas por ejemplo, después de
un tiempo vuelven a sentirse tan felices como eran antes del accidente.
Personas agraciadas en la lotería que recibieron cuantiosos premios después de
un tiempo volvieron a sus niveles de felicidad anteriores. Hay seis factores donde
se puede actuar:
Optimismo:
No se trata de sentir un optimismo bobalicón e ingenuo. Hay que estar con los
pies en el suelo pero hemos de procurar no caer en el desánimo cuando
fracasamos. El inventor de la bombilla T.
A. Edisson al intento número 1000
encontró la manera correcta de fabricar la primera bombilla eléctrica y
dijo "He
descubierto 999 maneras diferentes de cómo no se puede hacer una bombilla"
Gratitud:
Escriba antes de irse a la cama tres cosas buenas que le hayan ocurrido durante
el día y explique el porqué.
Desarrollo
de fortalezas: No se fije en sus debilidades (o si lo
hace que sea con la intención de
mejorase) piense en sus puntos fuertes. Cultive sus virtudes. Para encontrar
sus fortalezas y sus virtudes puede visitar la página del fundador de la
psicología positiva Martin Seligman http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/Default.aspx (elija el idioma español)
Ejercicio
físico: Está comprobado realizar actividad física aumenta
el nivel de dopamina y eso incrementa la felicidad. En respuesta al ejercicio
físico el cerebro segrega opiáceos internos (las hormonas del paraíso). Si este
ejercicio se realiza en entornos al aire libre tanto mejor.
Fluir:
Elija una actividad placentera y dedíquele tiempo a ella. Practíquela dejándose
"llevar" concentrándose en ella y abstrayéndose de todo cuanto le
rodea. El término inglés es "Flow". Ayuda.
Humor:
Tómese la vida con sentido del humor. Eso ayuda a dulcificar las asperezas del
día a día.
Relaciones
sociales: Abrase al mundo. Contacte con un grupo que
comparta sus aficiones. Algo tan sencillo como esto le hará sentirse mucho
mejor.
Otra de las claves para
ser felices es la de saber perdonarnos. Hacerlo y aprender para no repetir los
mismos errores. Si perdonamos a los demás seremos libres pero si nos perdonamos
a nosotros mismos seremos nuestros mejores amigos. Y con nosotros mismos es
precisamente con quien vamos a pasar toda la vida juntos. Algunas de las cuestiones que más dificultan la
felicidad es la salud mental, la frustración y la
envidia . Sobre la envidia, un sentimiento muy negativo podemos aprender más
cosas de la felicidad. Muchas veces nuestro nivel de satisfacción y de
felicidad es subjetivo. Lo percibimos en función de lo que vemos en el vecino.
Nosotros podemos tener un vehículo modesto que funciona aceptablemente y que nos lleva a todas partes y eso en sí es
causa de felicidad y bienestar pero si nuestro vecino tiene un Mercedes o un
BMW por decir algo, quizás en comparación no valoremos nuestro coche como es
debido. Quien dice un automóvil dice una vivienda, un trabajo, ingresos
económicos, etc. Por eso me quedo con una frase de Benjamín Franklin "La
felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes
de suerte que ocurren pocas veces si no en pequeñas cosas que ocurren todos los días".
Jacinto Benavente decía
que la felicidad es mejor imaginarla que tenerla y Eduardo Punsett que la
felicidad se encuentra en la antesala de la felicidad: planeando un viaje o una
comida o alguna actividad somos más felices que cuando lo estamos haciendo,
como el perro que está muy contento meneando el rabo cuando le estamos
preparando su comida más que cuando le dejamos a solas con su plato lleno de
pienso y que a lo mejor tras olisquearlo un poco se aleja con el gesto mohíno y
ni lo prueba. No es mi caso que conste, a mi si me ponen una bandeja de dulces
me la como. Sí, ya sé que esta es una felicidad de pobre pero con esa me voy
apañando...
La felicidad tiene más
que ver con un sentimiento de armonía y equilibrio personal y para ello es
bueno fijarse objetivos claros, realistas, no esperar mucho y lo que te
encuentres saber valorarlo. Y conviene no pensar en la que decían algunos como Freud y Nietzsche que consideraran que el ser humano no estuviera destinado a ser feliz si no más bien a sufrir ni tampoco asumir por completo las tesis del hedonismo, todo lo más las de Epicuro y su hedonismo moderado para evitar caer en la "felicidad del cerdo" sobre todo porque uno se cansa de todo y al final eso tampoco hace feliz. Me gusta la concepción aristotélica de la felicidad que se basa en al autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirida mediante el ejercicio de la virtud.
Un saludo y sean
felices. Espero comentarios.
Bueno, pues me encuentro entre las personas afortunadas ... Soy feliz, de hecho soy muy feliz. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta la ideade Aristóteles. No me quejo,creo que soy razonablemente feliz.Siempre he pensadoo que lo mejor es no desear cosas imposibles, tener los pies en la tierra pero ,desde lugo,actuar y relacionarse con otras personas.
ResponderEliminarSiempre me han parecido muy naturales, y razonables, las éticas que ponen la felicidad como fin de la acción humana (eudaimonistas). Así la del Estagirita. Pero es curioso que estas éticas naturalistas tengan por fuerza un componente idealista, pues la felicidad es una aspiración inalcanzable, el sueño de un estado de bienestar permanente.
ResponderEliminarCreo que fue Juan de la Cruz quien escribió que la alegría es la moneda contante y sonante de la felicidad. Estoy en ello. Quiero decir que quiero hacerme con ese "capital", el único incondicionalmente valioso.
Pero la Eudaimonía, el tener buen demon, es también, en tanto aspiración, como tener un buen destino, para una ética trascendente entra aquí la cuestión de la perfección, de la salvación o de la redención.
Kant dirá que la cuestión ética no es ser feliz, sino hacerse merecedor de la felicidad, el merecimiento fundamenta así la esperanza racional de obtenerla. El deber por el deber.
Aristóteles fue muy agudo al insinuar que uno no puede buscar directamente la felicidad, sino sólo hacerse encontradizo con ella...
Me ha gustado mucho tu post. Sus consejos prácticos son valiosos.