¿Es sexista el lenguaje? II parte

¿Es sexista el lenguaje? II parte

A raíz de un informe titulado "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer"   firmado por  D. Ignacio Bosque, de la Real Academia Española. Se desató una tremenda polémica en torno a la cuestión del sexismo en el lenguaje. Unos a favor y otros en contra. En este estudio se analizan nueve guías (editadas por Universidades, Sindicatos, Ayuntamientos y Comunidades autónomas)  para evitar el uso sexista del lenguaje y para lograr según estos manuales  "la visibilización de la mujer".
Este catedrático criticó duramente estas guías, con la salvedad de la realizada por Antonia M. Medina Guerra (coord.) Titulada: Manual de lenguaje administrativo no sexista. Asociación de estudios históricos sobre la mujer de la Universidad de Málaga y Área de la mujer del Ayuntamiento de Málaga, 2002.
Porque esta guía, según Ignacio del Bosque, es la menos radical y la más completa, a diferencia de las otras, admitiendo el masculino como género no marcado como algo no sexista  y por que aportaba numerosas referencias bibliográficas apoyadas en la RAE. No así las demás que no consultaron a nadie experto en cuestiones lingüísticas y que consideraban que podrían tomarse decisiones con respecto al lenguaje sin consultar a los entendidos en la materia.
En este artículo, Ignacio del Bosque, da diez razones para criticar abiertamente a estas guías contra el uso sexista del lenguaje.
Dice el autor que estas guías parten de varias premisas  (que son ciertas) para elaborar una conclusión (que es falsa) y que si se niega ésta, entonces también se está negando  las premisas anteriores.

La primera premisa de la que se parte es que, desgraciadamente, la sociedad discrimina a las mujeres. Es machista si se quiere llamar así. No hay más que ver el número de mujeres asesinadas por la violencia machista,  diferencias salariales entre hombres y mujeres, situaciones de acoso sexual, etc., uso en publicidad de la mujer como un objeto por poner un caso.
 La segunda premisa es el uso sexista que puede hacerse de lenguaje.
La tercera es que desde numerosas instituciones se está intentado propiciar un uso no sexista del lenguaje.
La cuarta, que engloba a las anteriores, es que es necesario propiciar una sociedad igualitaria para los hombres y las mujeres, para conseguir una plena visibilización de la mujer en la sociedad.
A partir de estas premisas, en estas guías se extrae una conclusión que a juicio del autor (con la que coincido plenamente) es falsa: el lenguaje debe de hacer explícita la relación entre sexo y género y que cualquier uso del lenguaje  en la que no se distinga entre sexo y género será considerado sexista porque no ayuda a la visibilización de la mujer.
Esto es, en resumidas cuentas, el asunto fundamental del artículo y la crítica que lanza a estas guías. El autor ironiza con el siguiente ejemplo:  la frase "Juan y María viven juntos" es un ejemplo de uso sexista por que este adjetivo "no visibiliza" el femenino en este caso el género del sustantivo María y que debería utilizare mejor la expresión "Juan y María viven en compañía" Pero, ¿Qué decir? si la frase es "Juan y María están contentos".
Yo no soy experto en cuestiones lingüísticas, ni en cuestiones lingüísticas ni en nada, pero mi idea al respecto es que el lenguaje, en sí, no es sexista. El sexismo está en el uso que  las personas dan al lenguaje y así lo dije en una entrada anterior en el blog   ¿Es sexista el lenguaje?

No me gusta ser radical en casi nada y lo evito siempre que puedo, pero en mi opinión, considerar que el género masculino como género no marcado es algo que impide la visibilización de la mujer de la sociedad me parece una tontería. Si bien, es cierto, a raíz de algunas apreciaciones hechas en mi entrada anterior, entiendo que el contexto es una cuestión muy importante y que en determinadas circunstancias es conveniente separar el género masculino y el femenino. El sexismo en el  lenguaje está en su uso y en este sentido son muy interesantes los ejemplos de Álvaro García Meseguer  en su libro ¿Es sexista la lengua española? (Barcelona, Paidós, 1994).  Hay ejemplos claros de  uso sexista del lenguaje como:
" Hasta los acontecimientos más importantes de nuestra vida,
como elegir nuestra esposa o nuestra carrera, están determinados por influencias inconscientes", ya que introducen una marcada perspectiva androcéntrica (machista si se quiere) en una afirmación general sobre los seres humanos, o también  uno de los versos de la famosa canción Libertad sin ira, del grupo Jarcha: "Gente que solo busca su pan, su hembra, su fiesta en paz".
 Más ejemplos de uso  sexista y por tanto discriminatorio: " Los ingleses prefieren el té al café, como prefieren las mujeres rubias a las morenas", pero del mismo modo que estos son ejemplos claros de uso sexista del lenguaje no lo es, en cambio, formar construcciones genéricas con artículos determinados o cuantificadores en masculino, como en "Todos los que vivimos en una ciudad grande". Por más que se empeñen estas guías contra el uso no sexista del lenguaje en "visibilizar a la mujer". Fundamentalmente por que  las mujeres no se sienten excluidas en estas expresiones.  En mi opinión, el uso del masculino como género no marcado no es discriminatorio, como no lo es el tiempo presente sobre el pasado o el futuro, o como no lo es el singular sobre el plural, aunque ya sé por los comentarios de gente experta en la entrada anterior del blog que no son cosas comparables. Y que es muy importante el contexto en el uso o no sexista del lenguaje.
Creo que, a mi modo de ver las cosas, hay una realidad compartida por todos: La sociedad es machista y que hay un objetivo común: Conseguir una sociedad con igualdad efectiva entre mujeres y hombres y por tanto un mundo mejor. Ahora bien, mientras unos consideran que el lenguaje es sexista por que la sociedad también lo es y que  sólo cuando la sociedad evolucione hasta la plena igualdad lo hará el lenguaje (como apoyaba en mi anterior entrada) otros ponen el énfasis en la otra parte: desde el lenguaje también puede cambiarse la sociedad. Y la verdad, es que reflexionado, creo que también tienen parte de razón. Desde el lenguaje también puede influenciarse la sociedad, pero ¡ojo! aquí hay que tener en cuenta el contexto, al que antes hacía referencia.  Las dos vías son útiles.  Este planteamiento creo que sirve para aunar esfuerzos y no gastar energías en polémicas inútiles que nos desvían del objetivo último que es conseguir eliminar el machismo de la sociedad. Creo también que, quizás, desde algunos sectores  inadvertidamente o no, bienintencionados o no, se intenta conseguir la igualdad combatiendo al machismo con el hembrismo lo que constituye   otro gran error, pero eso sería ya ahondar demasiado. Retomemos el hilo: ¿Las palabras cambian la realidad o la realidad cambia las palabras? Creo que las dos cosas.

En la entrada anterior afirmaba que cambiará el lenguaje si cambia la sociedad, pero también hay gente (y con razón) que piensan justo lo contrario.
Hay quienes piensan que cambiará antes la sociedad si se cambia antes el lenguaje y quienes creen que cambiar la sociedad es más rápido que cambiar el lenguaje.  Una vez más,  la clave está en un uso no sexista del lenguaje. Que en muchos casos nos supone ningún esfuerzo y que desde ambas direcciones se puede lograr el objetivo común.
El uso del lenguaje para cambiar la sociedad puede ser una vía útil pero a menudo se desvanece con el paso del tiempo. Es lo que pasa con los eufemismos que tango gustan a los políticos: "crecimiento negativo" " o  "reforma fiscal" al principio pueden ser útiles para maquillar la realidad, pero con el tiempo todo el mundo sabe que crecimiento negativo es menguar  y que reforma fiscal es subir los impuestos. Consiguen durante un tiempo modificar la percepción de la realidad pero no la realidad misma. Esto es porque el contexto (al que me refería antes) es muy importante.
En España si hablo de los derechos que la Carta magna atribuye a los ciudadanos, no es necesario hacer distingos entre hombres y mujeres, pero si me refiero a un país musulmán tal vez sí sea necesario hacerlos. El contexto influye decisivamente en el significado de las palabras y palabras que hoy pueden parecernos sexistas pueden dejar de serlo si cambia la realidad que las enmarca, como por ejemplo la expresión "mujer pública" que antes era sinónimo de prostituta y creo que hoy día puede ser, perfectamente, sinónimo de "hombre público". La expresión como "mis padres" antes no ofrecía ninguna duda. Se referían al padre  y a la madre, pero ahora puede parecer ambigua a medida que se den más casos de hijos con dos padres varones.
Para terminar, insisto: en mi opinión, el lenguaje no es sexista. Lo es el uso que determinadas personas puedan hacer del él.
Un saludo a todo el mundo y hasta la próxima entrada. Espero comentarios y reflexiones. Quiero seguir aprendiendo.

Comentarios

  1. diferencias salariales entre hombres y mujeres, etc., uso en publicidad de la mujer como un objeto por poner un caso.ESTA REALIDAD ES DISCUTIBLE, LA BRECHA SALARIAL ES UNA REALIDAD QUE NO DEBE INTERPRETARSE DESDE EL MANIQUEISMO Y SIMPLISMO FEMINISTA DE QUE ES CAUSA DE LA MALDAD DE LOS HOMBRES, EN MUCHOS CASOS ESTÁ RELACIONADA CON LA LIBERTAD DE ELECCIÓN DE CARRERAS, TRABAJOS, REDUCCIONES DE JORNADA, DECIR QUE UNA MUJER COBRA ES ESPAÑA MENOS QUE UN HOMBRE EN EL MISMO TRABAJO ES FALSO, SERÍA ARRUINAR EL ESTADO DE DERECHO, ACUSAR A LOS POLÍTICOS Y SINDICALISTAS DE PREVARICADORES, CONSIDERAR A LOS EMPRESARIOS ESTÚPIDOS, ...AL IGUAL QUE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA. REDUCIR LAS MUERTES DE MUJERES A LA LECTURA SIMPLISTA DEL MACHISMO ES ARRUINAR LA CASUISTICA CRIMINAL, LO QUE FINALMENTE PRODUCE QUE NO SE SOLUCIONE EL PROBLEMA.

    POR CIERTO, EL LENGUAJE FEMINISTA ES DEMAGOGO E INSOSTENIBLE DESDE EL FUNCIONAMIENTO CEREBRAL.

    PEDRO LATORRE

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  2. se imaginan las canciones, la literatura, el lenguaje jurídico, científico en lenguaje igualitario de género...absurdo...Lo que generan estas guías es confundir el lenguaje y cambiarlo con calzador...inviable desde la acomodación cerebral secular del lenguaje.


    pedro latorre

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  3. Lo que está claro es que, independientemente de que sea antes el huevo o la gallina, es decir, que sea el cambio del lenguaje el que cambie la sociedad o que sea el cambio de la sociedad el que cambie el lenguaje, si es que hay algo que cambiar, hay que centrarse en ver lo extraordinariamente evolucionados que estamos hacia la igualdad en relativamente poco tiempo. A principios del siglo pasado las sufragistas pedían el derecho de voto y tan sólo han pasado poco más de 100 años. Debemos reflexionar en el hecho de que en sociedades con tantos siglos de predominio patriarcal hay que dejar pasar tiempo para que estas posturas se afiancen y aún así los cambios en la sociedad han sido bastante veloces en mi opinión. Entonces por qué hay personas que siempre se empeñan en ver el lado malo, lo que nos queda por andar en vez de ver lo ya andado. Y la repuesta creo que es la demagogia política. Ahora conviene lanzar esta historia del sexismo en el lenguaje para llegar a la conclusión bastante cierta a la que se ha llegado aquí: que no existe el lenguaje sexista sino personas que hacen un uso sexista de él, mientras que nos olvidamos quizás de otros asuntos de máxima importancia a los que dar prioridad, es la misma historia de siempre que se repite.

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    1. Me parece una apreciación muy interesante. Giros copernicanos son difíciles de aceptar y más en poco tiempo. Es muy interesante la perspectiva de género que presentas, comparando la situación de la sociedad hace un siglo. Los avances, al menos en el mundo desarrollado han sido muchos. Es evidente que aun queda mucho recorrido (mucho más en países subdesarrollados) pero sin desespearse por lo que queda del camino, hay que animarse por lo que ya hay hecho. Te doy toda la razón. Interesante apreciación.

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  4. Aquí me gustaría ver al bueno de Azorín que defendía por encima de todo la precisión en el uso del lenguaje (quizá se refería solo al escrito, pero da igual)
    Para empezar,o terminar, deberíamos dejar de decir que el lenguaje es sexista, machista, feminista o qué sé yo qué. Lo que es todas esas cosas es el uso, más o menos intencionado, que hacemos los hablantes de él.
    Es relativamente cierto que si hacemos un determinado uso del lenguaje podremos ayudar a que ciertos aspectos de la sociedad cambien. Por ejemplo cuando los periodistas de deporte empiezan a hablar de partido de riesgo, y todo lo que eso puede conllevar, van ,coloquiqlmente hablando, calentando el ambiente y al final el partido acaba siendo de riesgo. El uso que los periodistas deportivos hacen del lenguaje, a veces es metafórico y hasta bonito, pero la mayoría de las veces es agresivo: Rafa ha humillado a ....;ha fusilado la portería, ...¿No hay términos menos violentos que signifiquen exactamente lo que pasó?
    Has vuelto a aludir a lo del singular sobre el plural; ponías el otro día el ejemplo de "la fruta ha madurado": Pues bie, otra de las cuestiones que hay que tener en cuenta es que el artículo determinado tiene una función generalizadora, universaliza.De ahí ese valor plural de una estructura en singular. Algo parecido ocurre con la ausencia de artículo: come fruta (ésta, mucha,poca, toda la que hau en el frutero, fruta en general)Cómete la fruta ( toda la que mamá ha dejado preparada sin especificar cantidad)
    Y en cuanto a lo que decía el autor del definitivo artículo (que yo conocía) estoy de acuerdo en que los autores de esas guías se han metido terreno desconocido, muy complejo y que no es tan simple determinar. La lenguas son complejas y nunca las conoceremos totalmente. Empecemos por amarlas.

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  5. Eso que dices al final me ha quedado meridianamente claro: Las lenguas son complejas y antes de atreverse a algo con respecto al lenguaje ,en la faceta que sea, hay que conocerlas. En mi caso más que conocerla, la amo. Suscribo lo que decía aquel escritor: "El lenguaje es la casa del ser"

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  6. Bueno, creo que la sociedad es bastante machista y creo que es eso lo que primero debería de cambiar, la conciencia de la gente. El lenguaje, a mi modo de ver no lo es, si es cierto que hay expresiones y dichos machistas, pero no creo que eso sea culpa del lenguaje y no creo que lo solucione poner ellos y ellas en un escrito. De hecho me pone de los nervios el alumnos y alumnas, todos y todas,..... en un escrito o en una charla. En mi instituto estamos llevando a cabo un proyecto de coeducación para concienciar al alumnado, eso sí que vale, atacar el problema desde su raíz y que ellos vean que son iguales para todas las cosas, y que se pueden ayudar, compartir y complementar, y mostrarles las injusticias que hay en muchos casos sobre las mujeres, simplemente por nacer mujeres.

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  7. Totalmente de acuerdo contigo Mónica.
    Un abrazo.

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  8. El escritor Fernando Aramburu escribe en su blog, sobre una presentación de su libro:

    "Me flanquearon hembras a la mesa. Estaba, pues, como en casa. Es que congenio con el rebaño cuando es bello y huele bien."

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  9. Bueno, en mi opinión, a primera vista, esa frase del escritor Fernando Aramburu podría muy bien servir como otro de los ejemplos que Álvaro García Meseger utiliza en su libro "¿Es sexista la lengua española?" pero desconozco el contexto. Quizás el escritor pretendiera acentuar un marcado carácter energúmeno, cafre y machista del autor, o cualquier otra cosa que no alcanzo a comprender.

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  10. Muy bueno este articulo, sobre todo en lo relacionado con las diferencias salariales existentes en la actualidad.

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  11. Con respecto a las diferencias salariales que poco o nada tiene que ver con el propósito del artículo, si que me gustaría indicar que el machismo no es por las diferencias de sueldo. Esta supuesta discriminación es tan solo aparente, por que cuando se dan los datos, no se tienen la preocupación (no sé si interesadamente o no) de comprobar que el menor sueldo ingresado por las mujeres (en general) se debe a que tienen jornadas más reducidas. Esto no se dice. El meollo de la cuestión es ¿por qué las mujeres prefieren reducir su jornada laboral? y ¿por qué no se facilita la conciliación de la vida laboral y familiar? eso si es motivo de investigación. No el simple y aparente (aunque falsario) dato del sueldo menor de las mujeres a idéntico trabajo. Si esto fuera así, entonces la injusticia sería brutal.

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  12. Concuerdo Juamma, nada tiene que ver con las dieferencias salariales ni con los accidentes de trabajo. Pero no comparto eso del machismo.

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  13. Hola. ¿Qué no compartes del machismo? Es cierto, que esta sociedad es muy machista. No hay duda. Aunque poco a poco se van viendo progresos. Creo.

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