¿Es sexista el lenguaje?

¿El  lenguaje es sexista?
Rosa Montero lo ha expuesto muy certeramente  “Es verdad que el lenguaje es sexista, porque  la  sociedad también lo es”.
A mi modo de ver las cosas resulta pueril intentar cambiar el lenguaje para ver si así cambia la sociedad. Lo que habrá que cambiar, obviamente, es la sociedad. Resultaría algo así, como si después de ponerle el termómetro a un niño, me quedara horrorizado al ver la temperatura registrada por el mercurio encerrado en el aparato y  la emprendiera a golpes con este atribuyéndole la culpa de la alta temperatura del niño.
Si la sociedad cambia entonces determinados aspectos de lenguaje también lo harán, no así al revés, teniendo presente  (pese a las múltiples guías sobre lenguaje no sexista) que los aspectos esenciales de lenguaje no se van a modificar.

La vidriera dedicada a la Elocuencia, de la Real Academia Española. Representa a Polimnia, musa de la Elocuencia.
Es un hecho que el masculino es el género no marcado en nuestra lengua. En lingüística “no marcado”  viene a equivaler a “por defecto” en las aplicaciones ofimáticas. ¿Por qué el masculino en vez del femenino? Muy probablemente habría que retrotraerse hasta los orígenes de las sociedades y concluir que esta condición de género no marcado del masculino sea consecuencia del dominio ancestral de lo masculino. Machistas si se quiere llamar.  Aquí evidentemente hay todo el sexismo lingüístico que se quiera ver: Significados de los términos “coñazo” y “cojonudo”; diferente significado de un adjetivo dependiendo de si es atribuido a un hombre o a una mujer como por ejemplo  público. En fin, aquí todo lo que se quiera. Pero a pesar de esto intentar revertir este masculino como género no marcado al igual que otras cosas es esfuerzo baldío. ¿Por qué? Por lo siguiente:
En todas las lenguas existe un principio fundamental que es el de la economía. Puesto que el masculino es el género no marcado, una persona que tenga tres hijas y dos hijos, deberá decir, preguntado por su prole, que tiene cinco hijos. No dirá que tiene cinco hijos e hijas, ni tampoco cinco hijos/hijas. Si la respuesta fuera por escrito podría escribir:  cinco hij@s, pero no podría leerlo. Quizás alguien pueda ver en esto una perversión sexista de lenguaje y decida responder a esa cuestión con: Mi descendencia está formada por cinco unidades.
Pero el masculino no es el único elemento no marcado (por defecto) en nuestro sistema gramatical. El singular es el elemento no marcado frente al plural y el tiempo presente sobre el pasado y el futuro y nadie se escandaliza por ello.
La fruta está  ya madura en el campo, significa en realidad  “las frutas”. Sumando masculino y singular como no marcados y aplicando el principio de economía diremos:
El perro es el mejor amigo del  hombre para querer significar realmente: “Los perros y las perras son los mejores amigos y las mejores amigas de los hombre y las mujeres”.
El tiempo verbal presente suplanta por igual al tiempo pasado y futuro, puesto que es el no marcado. Puedo decir perfectamente que: “Los musulmanes  entran en la península ibérica en el 711” y esto significa realmente “Los musulmanes entraron en la península ibérica en el 711
Y “ mañana no abre la Bolsa” significa “mañana no abrirá la Bolsa
Igual de absurdo, en mi opinión, es criticar la prevalencia del número singular sobre el plural o  la del tiempo presente  sobre el  tiempo pasado o futuro  que la del género masculino sobre el femenino. Como dice Pedro Álvarez de Miranda, catedrático y académico de la RAE  no hay modo de modificar determinadas convecciones lingüísticas. Podría hacerse una suerte de convención para reunir a los 500 millones de  castellanohablantes y decidir que ya está bien de la supremacía del masculino como género no marcado, y también si se quiere del singular y el presente y desde ahora utilizar el femenino. En ese caso se diría: “Tengo cinco hijas: Darío, Violeta, Elena, Marta y Álvaro” “La perra es la mejor amiga de la mujer”. Después de pasados otros diez siglos podría volver a convocarse otra asamblea y revertir la situación para mantener un equilibrio en el género no marcado. Bromas aparte y para terminar, hay unos nombres llamados epicenos, que tienen un solo género gramatical, pero sirven para referirse  tanto a seres de sexo masculino como de sexo femenino. Un claro ejemplo de que no debe de identificarse sexo y género. En una persona, una criatura, una víctima, una eminencia, una figura, una estrella… aquí el femenino asume la representación tanto de masculino como del femenino y que yo sepa ningún varón se siente menospreciado.
En el castellano antiguo la fórmula actual “usted” era “vuestra merced” con una clara marca femenina en el posesivo en consonancia con el género femenino de merced. Ya sé que son pocos estos ejemplos para compensar el apabullante poder del masculino como género no marcado, pero espero que así pueda relativizarse el sexismo en el lenguaje y que sirva para quitar hierro a una tozuda e inamovible realidad del masculino como género no marcado. Evidentemente que hay determinados usos muy sexistas del lenguaje pero eso no tiene nada que ver con el lenguaje sino con las personas.

Comentarios

  1. estamos totalmente de acuerdo, las feministas radicales odia hombres ven odio en todos lados,

    saludos campeón

    pedro latorre

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    Respuestas
    1. He leído algún artículo por ahí, creo que de Pérez Reverte, Arturo que llama a esas feministas radicales como tú dices odia hombres "feminazis". Creo que la cuestión es buscar puntos de encuentro entre todos para lograr efectivamente una sociedad más justa, donde haya las mismas oportunidades para todos. Los extremismos ya sean machistas o hembristas nos alejan de este objetivo.
      Un abrazo, Pedro.

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  2. Cuando leo sobre el sexismo en el lenguaje no puedo evitar pensar en el cuento del traje nuevo del emperador, ése en donde los sastres que ya no sabían como agradar al emperador con un traje nuevo para cada día le hicieron uno invisible. Todos admiraban embelesados el nuevo traje imperial hasta que un niño se atrevió a decir la verdad: pero si va desnudo!! Déjenme ser aquí el niño del cuento: ¿de verdad alguien cree que cuando se instauró el uso del masculino plural como término neutro y no marcado en nuestra lengua para designar a objetos o personas de distinto género como una mera elección hubo una intención machista o sexista? Esas terminologías aún no habían sido ni siquiera inventadas. Este tema, en mi opinión, es el último invento de un feminismo decadente, cuyo personal está un poco aburridillo, y solo da de sí para juegos literarios de salón y para hacernos unas risas con lo de miembros y miembras....Seamos serios, la lucha que se hace aquí en favor de la igualdad de la mujer es de mando a distancia, desde el confort cálido del sillón favorito: ¿qué hay de la prostitución infantil en Tailandia, los matrimonios de niñas en la India, las violaciones en Camerún, las lapidaciones públicas en los países islámicos, la ablación del clítoris en muchos países africanos? ¿verdad que ahí no se derraman ríos de tinta sobre el machismo en el lenguaje? allí forma parte de la vida real.... Mi consejo para las personas que piensen que el castellano es machista es que se marchen a vivir a Inglaterra, allí los artículos no tienen género y hay que usar dos palabras diferentes para designar a hijos e hijas o a hermanos y hermanas. Eso sí, comerían muchísimo peor....

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  3. Sí, está claro. Una cosa es el lenguaje y otra el machismo en la sociedad. Hace poco, una chica de 16 años en Marruecos, aquí al lado fue asesinada por su marido, con el que le obligaron a casarse después de que éste la hubiese violado. Por esas mismas fechas, con apenas unos centenares de kilómetros de diferencia, otra chica de la misma edad, donde ahora se cumple el centenario de la llegada de A. Machado, se marca de casa y denuncia a sus padres, sus pobres padres por retención ilegal, por que la castigaron sin salir. Mientras el juzgado decidía, la chica volvió a escaparse del centro de acogida. Dos chicas, la misma edad, pero qué diferencia...

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  4. ¡Bueno, bueno!No me voy a extender en este tema que por ser de mi especialidad debo tratar con mucho tiento. Como en todo lo que se dice y escribe, y por tanto en lo que se lee en este texto , hay grandes verdades, verdades a medias y otras cosas que ni meece la pena comentar. Ahora bie, como curiosidad os diré que cuando yo empezaba a estudiar lo que entonces de llamaba Grmática a abarcaba todos los aspectos de la lengua , se nos decía que en caso de tener que nombrar dos personas una de cada género había que elegir el másculino o "génro noble".¡Toma ya!

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  5. ¡Uf! No sabía eso del género noble. Me gustaría saber cuales son las verdades a medias del texto (para aprender) Dice un poema de Antonio Machado:
    ¿DIJISTE media verdad?
    Dirán que mientes dos veces
    si dices la otra mitad.

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  6. Pues lo has querido, allá voy.Te advierto que llevo casi 24 horas reflexionando sobre el assunto.
    Para empezar mepreocupa menos el sexismo en el lenguaje que la violencia de género. Creo que le damos demasiada importancia a algo que es más casual que general.
    La verdad más completa del texto está en la última frase, algo así como que el sexismo en el elnguaje está en las personas. Me recuerda aquello de que el pecado está más en quien lo ve en todas partes que en las acciones en sí.
    Sería una verdad a medias,para mí, la frase del principio pues creo que la sociedad es menos sexista de lo que parece. No diría yo al respecto lo de D. Quijote "molinos parecen y sin duda lo son" Todo lo que parece ,no es.El lenguaje ,creo que aún lo es menos.Nos fijamos en pequeños detalles, en frases, que sin duda podríamos considerar sexistas, como lo del "coñazo" etc pero ello no nos da ni pie ni derecho a generalizar; "una golondrina no hace verano" dice el refrán ( nadie se escandaliza deque sea siempre la golondrina y no una golondrina y un golondrino. Claro, se me dirá,es que no se trata de personas. Y ¿quién nos dice que las golondrinas no se van a ofender?).Sigo en serio.
    Efectivamente, por cambiar el lenguaje no va a cambiar la sociedad. Pero es que los cambios se producen al revés. es la sociedad la que influye en los cambios del lenguaje. Fijémonos si no en la cantidad de términos extraños a nuestro ididoma que estamos introduciendo,aceptando, adoptanto...y como la sociedad se ha empeñadp en usarlos ,al final, la RAE los acepta como buenos. Tan flexible está siendo últimamente que parece que se ha olvidado de su lema.
    Se habla en el texto de la llamada economía lingüística. Es cierto, existe, es conveniente tenerla en cuenta en determinados casos pero ¡ojo! no obliga. Si te preguntan cuántos hijos tienes tú eres muy libre de contestar dos, o un niño y una niña. Dependerá del contexto y de la situación en que respondas.
    No me parece adecuado que en el texto se haya entrado en cuestiones de tiempos verbales pues una cuestión bastante compleja y no aclara nada respecto al tema que se trata.
    Curiosamente, esta mañana, buscando unos apuntes de mis clases para Miguel, he encontrado un artículo de finales dels siglo pasado (cometí el error de no fecharlo)escrito por Vidal Lamiquiz, sobre el sexismo en el lenguaje. Es un poco extenso para incluirlo hoy, pero si te interesa te lo paso mañana.Sí adjunto la última frase:" Aunque tratándos de la lengua siempre será la mayoría de los hablantes usuarios quienes impondrán el empleo sociolingüístico que elijan como preferencia: ellos y solamente ellos determinarán la norma de uso.
    ¿Satisfecho? Me gusta esto de obligarme a pensar y a expresarme.
    Un abrazo.

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  7. Muchísimas gracias por compartir tus reflexiones conmigo acerca del sexismo en el lenguaje. Creo, sinceramente, que coincidimos en casi todo. Tienes razón cuando dices que comparar el tiempo presente como "dominador" del pasado y el futuro no aporta nada. Lo sé, era un intento "divertido" de quitar hierro al asunto. Igual que el singular como el marcado frente al plural.
    También tienes toda la razón cuando dices que el contexto y la situación es crucial para decidir la forma de expresarse.
    Tu reflexión me ha hecho reflexionar de nuevo y haré una segunda entrada sobre el tema. Creo en definitiva que hay dos posturas: Las personas que creen que cuando la Sociedad evolucione lo hará a su vez el lenguaje eliminando el sexismo lingüístico y aquellas personas que piensan justo al contrario, que cambiando el lenguaje se ayuda a cambiar a la sociedad para que evolucione hacia la igualdad. El caso, es que pensando, pensando hay ejemplos que pueden avalar las dos posturas y eso me hace pensar que... Lo dejo para la próxima entrada.
    Un abrazo.

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  8. El tiempo verbal presente suplanta por igual al tiempo pasado y futuro, puesto que es el no marcado. Puedo decir perfectamente que: “Los musulmanes entran en la península ibérica en el 711” y esto significa realmente “Los musulmanes entraron en la península ibérica en el 711”
    Y “ mañana no abre la Bolsa” significa “mañana no abrirá la Bolsa”




    Vamos a ver. No sé en qué fuente has bebido tu información lingüística. Ya sé que hoy se habla de marcado y no marcado pero, aparte eso, hay otros aspectos de la vida de los hablantes que influyen mucho en su actuación lingüística. Por ejemplo, es muy importante la cuestión psicológica. Yo me voy a apoyar en lo que estudié. Y digo estudié porque me refiero en este momento a una unidad de tiempo (años en este caso) que para mí ya ha terminado. Si como unidad e tiempo de referencia tomara mi vida desde que empecé a estudiar hasta hoy y quizá mañana, pasado etc., o sea un tiempo que no ha acabado, podría decir con toda propiedad he estudiado. La Lingüística y también la Gramática descriptiva observan este uso de los tiempos por los hablantes y al cabo de los tiempos (no días ni meses) decide que así debe ser y establece unas normas que aconsejan ese uso pues se ha podido comprobar su gran lógica y efectividad.
    Otro tanto ocurre con el presente del que yo no diría que suplanta a (ya sé que no soy una autoridad pero he estudiado y explicado bastante estos asuntos). Lo que ocurre o vino ocurriendo durante mucho tiempo es que cuando el hablante ve próxima la acción (diré mañana voy a Alicante o el próximo mes me caso si sicológicamente ese tiempo lo veo muy próximo) o bien la quiere aproximar por los motivos que sea, sustituye el futuro o el pretérito por el presente dando lugar al presente con valor de futuro en el primer caso y al presente histórico (el ejemplo que tú señalas) en el segundo.
    Es más, por regla general el pretérito perfecto (simple o compuesto) es el tiempo de la narración; el imperfecto el de la descripción. ¿Cuántas veces los vemos cambiados en una obra literaria? Infinitas. ¿Por qué? Porque el autor desea o necesita dar más actualidad, más realismo a lo que está contando o describiendo. Recuerdo que una vez corrigiendo los textos de un concurso literario en el Instituto nos encontramos con que una alumna estaba narrando una acción en pasado y de pronto había pasado al presente. Discutimos hasta la saciedad si era correcto o si había que corregírselo. Yo optaba por preguntarle por qué lo había hecho y luego explicarle cuando era correcto y cuando no, incluso si lo había hecho inconscientemente (algo muy probable) explicarle los motivos que sin ella saberlo le habían llevado a hacer aquel cambio. Su profesora optó por corregírselo con el resultado de un texto muy dentro de una “normativa” pero con menos vida, que por otro lado ya no era el de la alumna.
    Igual de absurdo, en mi opinión, es criticar la prevalencia del número singular sobre el plural o la del tiempo presente sobre el tiempo pasado o futuro que la del género masculino sobre el femenino.
    En mi opinión lo absurdo es criticar normas y convenciones gramaticales en lugar de preocuparnos por hablar con corrección. Por ejemplo a mí se me cae el alma a los pies cuando oigo a personas que se supone son cultas, incluso muy cultas, decir el invierno pasado hubieron menos nevadas, este año ha habido muchos puentes. Eso sí es criticable. Como lo es que estemos degradando absolutamente el nivel de nuestra lengua; una lengua hermosa y rica y con una gran cantidad de términos cultos. Ahora se aboga por el coloquialismo ( y casi vulgarismo) que tiene su lugar, desde luego, pero no en los Medios de Comunicación por ejemplo….

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  9. Totalmente de acuerdo contigo. Lo más importante es preocuparnos por intentar hablar y escribir correctamente. Más que criticar normas y convenciones gramaticales. Es también muy interesante la referencia que haces a la cuestión psicológica en el uso del lenguaje. Este aspecto psicológico y el contexto también son cuestiones fundamentales a tener en cuenta.

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