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Mostrando entradas de febrero, 2012

Miedo, envidia e ira. Laberinto sentimental V parte.

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El miedo, la envida y la ira En la entrada anterior, se dijo que a pesar de que la aparición de un sentimiento da la sensación de ser algo instantáneo, en realidad es el fruto de una serie de evaluaciones previas que nuestro cerebro ha hecho para evaluar la realidad. Se evalúa si lo que nos sucede es beneficioso o perjudicial, si podemos enfrentarnos a él o no, si lo merecemos o no.   Con anterioridad también hablamos de que la experimentación de sentir es muy vívida, harina de otro costal sería dilucidar exactamente a qué tipo de sentimiento corresponde. Ahora vamos a estudiar algunos sentimientos como el miedo, la envidia y la ira. Permítanme queridos amigos dejarme para otra entrada el sentimiento por excelencia: el amor. Merece una entrada exclusiva para él.                                                              El miedo         Sabemos que hay miedos innatos y aprendidos. Hace ya mucho tiempo que se sabe que los polluelos tienen un miedo instintivo al ver un halcón u

El laberinto sentimental IV parte. El sujeto que siente.

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El sujeto que siente. Criterios de evaluación sentimental . En la entrada anterior, hablamos de la influencia decisiva que ejerce la madre en el desarrollo emocional y por tanto intelectual   en el niño en sus primeros años de vida. Terminamos distinguiendo entre carácter y personalidad. Dijimos que el   carácter está configurado por nuestros esquemas sentimentales, por nuestro estilo de sentir. Podríamos resumirlo así: Constitución + hábitos aprendidos = carácter La personalidad sería más que un modo de ser (carácter) un modo de actuar. Carácter + comportamiento= personalidad. Ahora vamos a centrarnos en cómo la persona experimenta los sentimientos. El sujeto que siente   Los sentimientos son experiencias conscientes en las que el sujeto se encuentra implicado. Los fenómenos afectivos aparecen en nuestra conciencia sin que intervengamos. Más que autores somos víctimas o beneficiarios. ¡Quién pudiera elegir su amor, disipar la vergüenza, enfriar el odio, calmar la angus

El laberinto sentimental III parte. El aprendizaje sentimental.

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El laberinto sentimental III parte. El aprendizaje sentimental. Carácter y personalidad. En la entrada anterior hablamos de los sentimientos vistos a través de las distintas culturas. La conclusión es clara. Aunque hay unos sentimientos básicos que son comunes a todos los humanos en todas las culturas, también hay variaciones, sin llegar por supuesto a diferencias abismales. Comentamos como la ira es muy extraña en los esquimales adultos. Como el sentimiento de gratitud es algo muy especial en la cultura japonesa y no debe comprometerse a nadie ofreciendo ayuda si esta no es requerida. Todas las culturas intentan clasificar los sentimientos en buenos y malos. Sabemos que el sentimiento dispone para la acción. Hay sentimientos que ponen en marcha conductas perturbadoras como por ejemplo la furia, o también el arrebato erótico o sexual. En algunas culturas, como los ifaluk , el excesivo aprecio a los bienes terrenales era considerado nefasto. En cualquier sociedad que necesiten